jueves, 2 de mayo de 2024

SIEMPRE HAY UN MAÑANA

 


Clifford Groves (Fred MacMurray), es un fabricante de juguetes, cansado de la rutina y con la impresión de no ser debidamente apreciado por su esposa Marion (Joan Bennett) y sus hijos. Se reencuentra con una antigua empleada, Norma Miller Vale (Barbara Stanwyck), que abandonó la empresa porque estaba secretamente enamorada de él, que ha triunfado en el mundo del diseño de moda y a la que no ve desde hace veinte años, y a raíz de ello comienza a replantearse su vida. Aunque la relación entre ambos inicialmente es bastante inocente, su hijo Vinnie (William Reynolds) comienza a sospechar que puede haber algo más entre ellos.


El guion adapta una novela de Ursula Parrott (de soltera Katherine Ursula Towle) y había sido llevada a la pantalla con anterioridad en una película de 1934, dirigida por Edward Sloman, producida también por Universal Pictures.


Douglas Sirk hubiera preferido rodar en color el film, un formato en el que se manejaba de maravilla, extrayendo toda la fuerza visual que permite, pero esto fue descartado por el estudio. Quizá por ello, se esmera en la composición de planos, el juego de luces, la posición de los actores en la escena, sus gestos y miradas o la visión concisa sobre lo cotidiano. Detalles todos que buscan impactar en el espectador, nada resulta casual en la puesta en escena y, en muchas ocasiones, hasta los pequeños detalles, encierran cierto simbolismo. 
Sin excesos ni exageraciones, Sirk nos acerca este equilibrado melodrama rodado con elegancia, magníficamente interpretado, con una permanente crítica latente a la hipocresía social y al estereotipo de la vida familiar tan presente en el cine americano, sacando a la luz las falsas apariencias, la intromisión de los jóvenes en la vida conyugal de sus padres, el alto precio que a veces hay que pagar por el éxito económico y profesional, la crisis de la mediana edad o las pasiones reprimidas.
Más allá del triángulo emocional que parece presidir la narración, hay mucho que examinar en esta magnífica adaptación.




miércoles, 1 de mayo de 2024

ÁNGELES SIN BRILLO

 


Roger Schumann (Robert Stack), un piloto que combatió en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), sobrevive haciendo acrobacias con su avioneta en las ferias de los pueblos. Burke Devlin (Rock Hudson), un periodista local que se interesa por la familia de Schumann, es testigo de la decadencia del piloto, de la frustración de su mujer, LaVerne (Dorothy Malone), que ejerce de paracaidista en alguno de los espectáculos y también del sufrimiento de su hijo a causa de las bromas que mecánicos y pilotos hacen a costa de su padre. Schumann, sin embargo, no ceja en la búsqueda de una oportunidad que le permita, además de recuperar el amor propio, demostrar a su familia que los antiguos sueños aún son posibles.


El guion se inspira en la novela Pylon de William Faulkner, publicada en 1935. Al parecer, el autor, consideraba que esta era la mejor adaptación que se había hecho de cualquiera de sus novelas.


Magníficas interpretaciones de un grupo de actores muy conocidos brillantemente dirigidos por Douglas Sirk que, de un relato sin demasiada chicha, al menos aparentemente, saca un melodrama de gran nivel rodado en blanco y negro, para algunos, una buena elección del director, pero en realidad debido a las circunstancias, que no son otras que el escaso presupuesto, sin embargo Sirk consiguió mantener el formato en cinemascope. 
El realizador alemán abandona el mundo de la burguesía acomodada en el que transcurren muchas de sus películas, para adentrarnos en un ambiente de gente más bien pobre que sobrevive como puede en los años en que la gran depresión aún sigue dando sus coletazos, desplazados del sueño americano que bastante tienen con salir adelante. Sirk nos habla de personajes inadaptados, un héroe de guerra que ahora se ve marginado; una mujer que debe aguantar los desprecios del hombre del que está enamorada... Personas fracasadas avanzando hacia un negro destino, magníficamente ambientada en el carnaval de Nueva Orleans que es toda una metáfora de la existencia de estos seres, con diálogos brillantes y algunas secuencias de gran tensión dramática realmente llamativas.




martes, 30 de abril de 2024

ENVUELTO EN LA SOMBRA

 


El investigador privado Bradford Galt (Mark Stevens) se mudó a Nueva York desde San Francisco después de cumplir una pena de cárcel por culpa de su socio, el abogado Tony Jardine (Kurt Kreuger). Cuando descubre que alguien lo está siguiendo y posiblemente tratando de matarlo, Galt cree que Jardine está detrás de esto. Poco después se verá envuelto en un elaborado plan de asesinato. Kathleen Stewart (Lucille Ball), su atractiva secretaria, se revela como su único apoyo en más de un sentido.


El guion desarrolla una historia del periodista y guionista de éxito Leo Rosten.


En determinados momentos, sin que el film lo pretenda, me ha resultado un tanto paródica de los estereotipos del género, ese constante encender cerillas en los muebles o en la suela del zapato, tirar la ceniza sobre la alfombra o repetir una y otra vez, cuando se dirige a la chica: "Mira nena". Por cierto, una chica que resulta ser bastante más despierta que el protagonista. Además, el guion escapa de los callejones sin salida recurriendo a ideas que se les ocurren de repente a los protagonistas sin que apenas exista un por qué para llegar a ellas. No obstante, tiene algunas escenas realmente logradas, no en vano, su realizador, Henry Hathaway, es uno de los grandes de todos los tiempos. 
Bien interpretada, con una Lucille Ball, demostrando que era una buena actriz antes de su famoso show televisivo que la llevó a se conocida en todo el mundo y la prestancia de Clifton Webb, haciendo de malo retorcido e inteligente. Seguramente los amantes del género disfrutarán de ella.




lunes, 29 de abril de 2024

CONCIERTO MACABRO

 


George Harvey Bone (Laird Cregar) es un talentoso compositor y pianista que, en estado de máxima tensión o concentración, sufre ciertos lapsus temporales. Durante años estos no han tenido gran importancia; pero cuando en la vida del hombre se juntan su obsesión por Netta Longdon (Linda Darnell), una cantante de cabaret para la que escribe algunas canciones, y el deseo de terminar la composición de un concierto que podría ser su obra definitiva, los episodios de amnesia pasarán a ser muy peligrosos.


El film adapta la novela Hangover Square, del británico Patrick Hamilton (Luz de gas, La soga), en la que refleja algunas de sus experiencias personales. El guion introduce importantes cambios respecto a la obra original, los principales, trasladar la acción a 1903, convertir a Netta en cantante y al protagonista en compositor y pianista clásico, que en la escena final interpreta su propio concierto (compuesto para la película por Bernard Herrmann). Ello explica el título de la película en español.


Narrada de manera elegante y con el ritmo que la historia demanda, con la espléndida fotografía en blanco y negro de Joseph LaShelle y el magnífico acompañamiento musical que compuso exprofeso el maestro Herrmann, John Brahm nos acerca esta película que navega entre el cine de terror, el misterio y la crónica negra, en el entorno de un Londres neblinoso, con obras que tienen levantadas calles y aceras para las acometidas del gas, con encuadres excelentes y algunos planos realmente muy llamativos, manteniendo la tensión del espectador, aunque éste sabe más cosas que los protagonistas, algo siempre difícil de lograr y que el film consigue gracias a la maestría que demuestra el realizador. Intenso drama psicológico con tres o cuatro escenas que son verdaderas obras de arte.




viernes, 26 de abril de 2024

EL SOSPECHOSO

 


Philip Marshall (Charles Laughton) es un hombre infelizmente casado que conoce y se enamora de Mary Gray (Ella Raines), una joven administrativa desempleada, que ha ido a solicitar trabajo. Su amistad es cada vez más profunda aunque inocente en el aspecto físico. Cuando su esposa lo descubre, le amenaza con exponerle al escándalo público, por lo que Philip comienza a pensar en asesinarla.


El guion adapta la novela This way out, del británico James Ronald. En ella se cuenta la desventurada existencia de Philip Marshall, gerente de una empresa de tabaco cuya vida, de puro anodino, roza lo dolorosamente infeliz. Su matrimonio es motivo de desgracia, con una mujer que le hace la vida insoportable. Se trata de una señora amargada que disfruta chinchando al marido. Es tras conocer a Mary Gary cuando decide solicitar a su esposa el divorcio, pero se da de bruces con la realidad: su mujer no solo le niega su petición sino que se propone redoblar sus esfuerzos para hacerle la vida imposible en todos los frentes.


El plan de Philip, cuya ejecución parecía perfecta en su cabeza, cuando su esposa aparece muerta, comienza a generar sospechas en la policía, aunque el inspector Huxley (Stanley Ridges), de Scotland Yard, encargado del caso, se ve incapaz de establecer un motivo. Y es así como se inicia un proceso del gato y el ratón de consecuencias imprevisibles y en el que la psicología de cada personaje, el peso de las costumbres y la suspicacia de los investigadores van tejiendo una madeja que atrapa al espectador y le ofrece escenas de sabrosa incertidumbre. 
Algunos ponen a Robert Siodmak a la altura de Hitchcock tras ver este film en que con gran economía de medios y una conseguida ambientación, logra ofrecernos una historia de gran nivel, en la que no necesita acudir a ningún golpe de efecto para mantener el suspense y el misterio. 
Rodada de manera elegante y con un Charles Laughton que vuelve a dar una lección magistral de interpretación, en este caso, magníficamente secundado.




jueves, 25 de abril de 2024

EL ABRAZO DE LA MUERTE

 


Steve Thompson (Burt Lancaster), conductor en una compañía de vehículos blindados, se reencuentra con su ex-esposa Anna (Yvonne De Carlo) y quiere volver con ella a pesar de que Anna mantiene un romance con el gánster Slim Dundee (Dan Duryea). Su obsesión por su antigua mujer, que ella alienta, y el deseo de obtener dinero para emprender juntos una nueva vida, le llevarán a planear un robo con Slim y su banda.


El guion adapta la novela Criss-Cross, del norteamericano Don Tracy
Como curiosidad, esta fue la primera película en la que aparece Tony Curtis en un pequeño papel en el que se le ve bailando con Yvonne De Carlo, en la secuencia del baile en el club al son de "Jungle Fantasy". 
Con una notable partitura de Miklós Rózsa, la banda sonora incluye una interpretación de The Esy Morales Orchestra, con el puertorriqueño Esy Morales tocando la flauta y el pianista cubano René Touzet


La película se abre con un plano aéreo muy llamativo, que va descendiendo hasta el aparcamiento donde se encuentran Steve y Anna, conocemos a los protagonistas y, mediante flashbacks, revivimos su pasado y el porqué de la situación que atraviesan en la actualidad.
Historia negra con unos cuantos de los estereotipos del género y una mujer muy, muy fatal, porque ella será la que conduzca los acontecimientos hacia su trágico destino, con un final muy conseguido en el que vemos una estampa que parece una especie de Piedad invertida.
Durante el desarrollo de la historia, Robert Siodmak nos regala unas cuantas secuencias muy logradas, quizá las más conseguidas, además del baile en el club ya mencionado, el travelling aéreo del furgón blindado y el atraco propiamente dicho.




miércoles, 24 de abril de 2024

LA GRAN ESTAFA

 


En colaboración con su mujer y un par de compinches, Charley Varrick (Walter Matthau) roba el banco de la pequeña localidad de Tres Cruces del que esperan obtener una suma no demasiado importante para repartir, pero se sorprenden al descubrir una gran cantidad de dinero. Al darse cuenta de que el dinero pertenece a la Mafia, deben idear un plan para desviar a los mafiosos de su rastro, al tiempo que esquivan a la policía.


Dirigida por Don Siegel, el guion de este nada convencional thriller policiaco, adapta la novela The Looters (1968), del norteamericano John H. Reese.


Olvidadísima película, incluso dentro de la filmografía de su protagonista que, si es cierto que tanto nos hizo reír, sobre todo gracias a aquella mítica pareja que formó junto a Jack Lemmon (por cierto, uno de los papeles femeninos lo interpreta Felicia Farr, en aquel entonces esposa en la vida real de Lemmon), no podemos olvidar que, al año siguiente de este film, intervendría en Pelham 1,2,3 y que también tuvo papeles en películas que no eran precisamente comedias. 
El maestro Don Siegel, nos introduce aquí en una especie de juego del gato y el ratón que nos atrapa ya desde las primeras e intensas secuencias, con un atraco en el que hay víctimas y la posterior persecución que se origina, por una lado por parte de unos no muy avispados policías y, por otro, por un matón de esos que dan miedo de verdad, bruto, sanguinario y sádico, que pasa por encima de quien sea con tal de realizar su trabajo. 
Charley se revela como un tipo mucho más listo de lo que unos y otros creen, que se las ingenia para estar siempre un paso por delante de sus perseguidores. Es cierto que algunos echarán de menos la figura de un Clint Eastwood a quien Siegel tenía pensado dar el papel protagonista, que hubiera dado al personaje un toque mucho más duro, pero al humor sardónico que contienen algunos de los diálogos, no le viene nada mal la figura de Matthau con ese aire desgarbado y algo cínico que imprime a sus interpretaciones. 
Ingeniosa narrativa basada en personajes logrados, con varias secuencias de acción impactantes, para un film muy entretenido y de gran nivel.
Por cierto, no hagan caso del título en español, la película no va de estafadores.