martes, 10 de noviembre de 2009

LA GRAN PELEA

Sólo se me ocurre una razón para que Mr. Eastwood aceptara hacer esta peli: La pasta. Muy legítimo, eso sí, seguramente estaba pensando en proyectos más personales y para eso hace falta dinerito y Bronco Billy, la película anterior a esta, había sido un fracaso de taquilla, así que aquí está, por segunda vez, el mono (perdón, el orangután), haciendo lo suyo, monadas, desde luego es el más gracioso de todos, en esta película que pretende hacer "gracias" y, a veces, da un poco de pena. Hasta las peleas resultan demasiado largas.
El resto: los motoristas palurdos, los polis, los apostadores varios, haciendo lo que pueden. Si la primera entrega es mala, esta no sabría cómo calificarla. ¿Qué tal quedaría Peor?
En fin, de algo hay que vivir y, como dejo dicho, me parece legítimo, pero uno no puede por menos que recordar El hombre tranquilo (The Quiet Man), aquella espléndida película de John Ford, con John Wayne y Maureen O'Hara, esta sí que fue la gran pelea y divertida a más no poder. Claro que las comparaciones son odiosas y esta no las resiste.

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