domingo, 13 de diciembre de 2009

NOCHE DE PAZ

Hace 180 años el villancico Stille Nacht fue escuchado por primera vez en la iglesia del pueblo de Oberndorf (Austría). La congregación de fieles lo escuchó por primera vez en la Misa del Gallo en la iglesia de St. Nicolás con las voces del pastor Fr. Joseph Mohr (en la foto de la izquierda) y el coro, dirigido por Franz Xaver Gruber (imagen de la derecha, más abajo), con el acompañamiento de guitarra de Fr. Mohr.
Hay muchas historias que se cuentan como ciertas, que si el cura había ido a la cabaña de un leñador que acababa de tener un hijo y deseaba su bendición y al volver a la iglesia, inspirado en todo aquello, escribió la letra del villancico y que el acompañamiento de guitarra era porque el órgano no funcionaba. Es una historia muy entrañable y que te mueve a la ternura e incluso a derramar alguna lagrimilla, imaginarse a aquellos humildes campesinos reunidos en la media noche y siendo testigos, sin saberlo, del nacimiento de una (si no la más) de las canciones más bonitas y más conocidas del mundo. Yo he estado buscando y no hay pruebas medianamente fiables de que efectivamente fuera así, no se sabe qué hecho concreto, si lo hubo, inspiró la canción, aparte de conmemorar el nacimiento del Hijo de Dios. Tampoco está claro lo del órgano, pues parece que al pastor asistente le gustaba mucho la música de guitarra. Pero queda muy poético contado así.
El texto alemán para la seis estrofas originales del villancico que conocemos como "Silent Night" fueron escritas por Joseph Mohr en 1816, cuando era un joven sacerdote destinado en la iglesia peregrina de Mariapfarr, Austria.
El 24 de diciembre de 1818 Joseph Mohr viajó a la tierra de su amigo, el profesor de música, Franz Gruber, que vivía en un apartamento, encima de la casa-escuela cerca de Arnsddorf. Él enseñó a su amigo el poema y le pidió que compusiera una melodía y un acompañamiento de guitarra para que fuera cantado en la Misa del Gallo (Midnight Mass).
Después de aquella noche, cuando los dos hombres, seguidos por el coro,de pie frente al altar en la iglesia de St. Nicolás, cantaron Stille Nacht! Heiligen Nacht! por primera vez, dificilmente podían imaginar el impacto que su composición tendría en el mundo.
Karl Mauracher, un maestro constructor y reparador de órganos de Ziller Valey, viajó a Oberndorf para reparar el órgano en varias ocasiones durante los años siguientes. Mientras hacía su trabajo en St. Nicolás, obtuvo una copia de la composición y se la llevó a su tierra. De esta manera empezó su viaje alrededor del mundo como una "canción folk tirolesa". Así comenzó a viajar esa preciosa melodía hasta recorrer el planeta entero.
La canción ha sido atribuída desde Haydn o Mozart a Beethoven y algunos así lo siguen creyendo en pleno siglo XXI.
Yo creo que esto y esas seudohistorias de las que he hablado al principio, son un intento de darle una épica y un envoltorio poético a una historia que de puro simple ya es suficientemente bella.
El caso cierto, es que hoy en día, el villancico se canta en todo el mundo, desde la más humilde capilla perdida en pleno monte, hasta el Vaticano o las más grandes catedrales de cualquier país.


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