lunes, 21 de junio de 2010

THE RING

Más que hablar de la peli, le dan a uno ganas de hablar de lo que no es. Quiero decir que si nadie nos dice que el film está firmado por Sir Alfred, es muy probable que jamás llegáramos a pensar que fue él quien lo dirigió. Así pues, quien pretenda ver una de esas películas de intriga que tanta fama le dieron, puede irla tachando de la lista.
Estamos ante lo que la crítica llamaría una comedia dramática que se desarrolla alrededor (nuevamente) de un triángulo amoroso, en el que un campeón profesional, se disputa el amor de la protagonista con un púgil de los que va de feria en feria ganándose unas libras por medio de desafíos y que llega, después de avatares diversos a ser también profesional y a disputarle el título a su contrincante amoroso. Vamos que no se puede ser más explícito en cuanto a que se quiere hacer del combate final un traslado de la disputa amorosa.
Seguimos viendo a lo largo del metraje, algunas de las cosas que Hitchcock va a desarrollar en su filmografía posterior y que aquí están en mantillas, como si el gran director estuviera dando los pasos vacilantes de un recién nacido. Lo cierto es que estaba buscando su hueco y su forma de hacer cine.
No faltan las escenas en las que se nota un gran trabajo para darle pistas visuales al espectador, algo que, según relata el propio Hitchcock, era más habitual en estas películas mudas que posteriormente en el cine sonoro, siendo algunas veces sólo perceptibles para determinado tipo de público, pues la gran mayoría no tenía la formación suficiente para captar ciertas sutilezas difíciles de interpretar para los no iniciados.
Como hecho curioso, anotar que la película, como se deduce facilmente de su título, está rodada en ambientes pugilísticos, una temática que, me parece recordar de memoria, no volvería a la filmografía de este director.




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