martes, 3 de mayo de 2011

SEXTO SENTIDO

El hombre, como el resto de las especies vivas, ha ido evolucionando para adaptarse al medio.
Casi siempre relacionamos esa evolución con progreso, pero no olvidemos la segunda parte de la frase: "para adaptarse al medio". Algunas veces esa adaptación no supone un progreso per se, es más, en ocasiones se pierde determinada cualidad porque no interesa, o por falta de uso.
Algo de esto ocurre con lo que hemos venido a denominar "sexto sentido". En la antigüedad ya era conocido y hasta cotidiano este percibir lo imperceptible, cuando las personas vivían en un entorno hostil y en el que el sentido de la anticipación te salvaba la vida, algo que se fue atenuando al situarse nuestra vida en lo que podíamos llamar un entorno lógico, no del todo seguro, pero bastante cómodo.
La prueba es que personas que viven en constante situación de riesgo (soldados con misiones en conflictos armados, policías, personas con profesiones peligrosas como bomberos, corredores de motos o coches, etc.) tienen más desarrollado ese sentido de la percepción anticipada, ese sexto sentido.





























En épocas recientes, diversos experimentos científicos, entre ellos el desarrollado por la Universidad de St. Louis de Washington, publicado en la revista Science y que no voy a reproducir aquí para no alargarme, demuestran que eso que llamamos sexto sentido y que no es más que el afloramiento incosciente de información almacenada en nuestro cerebro y que nos advierte sobre un peligro potencial o una situación conflictiva, ese sexto sentido, digo, tiene una localización en el cerebro, la corteza cingulada anterior.
En el pasado fue identificada como el lugar de la toma de decisiones o el circuito que ayuda a tomar decisiones cruciales.
Hoy se sabe que ante situaciones que aparentemente nos resultan desconocidas, pero de las que el cerebro, a través de alguno de nuestros sentidos, tiene ya información anterior, la corteza cingulada anterior, aumenta su actividad, algo parecido a cuando los animales olfatean el peligro, de manera que no sólo ante situaciones que pueden resultar peligrosas, sino ante posibles engaños, nuestro cerebro (esta parte de él), se pone en acción advirtiéndonos para que cambiemos nuestro comportamiento.
La corteza cingulada es una vieja conocida de los neurólogos, ya que en enfermedades como la esquizofrenia o los disturbios obsesivo compulsivos, puede ser diferente a la de una persona sana, de tal manera que un funcionamiento, digamos excesivo, de este sistema de alarma inconsciente es lo que hace que los individuos obsesivo compulsivos vean un peligro donde no existe.
Así que esa frase que oímos en los telefilmes policiacos de "es una corazonada" y que algunas veces nosotros mismos sentimos, puede que sea una llamada de atención de ese sentido extrasensorial que capta señales que escapan a los otros sentidos.
Ah, por cierto, esto no tiene nada que ver con las corazonadas sobre que nos va a tocar la lotería, a ver si alguno se vuelve ludópata por mi culpa.


14 comentarios:

  1. Has hecho muy bien con puntualizar el final del artículo, a ver si alguno con eso de las corazonadas y del sexto sentido sueña que le va a tocar los cupones, y mañana al primer ciego que vea, en diez minutos lo manda para su casa porque ya se ha ganado el jornal, y él se deja un pastón y no le toca ni el reintegro. Yo creo que como bien dices esa sensación o sexto sentido es más propia de gente que se ve envuelta en situaciones de alto riesgo, pero todos alguna que otra vez hemos presentido ese impulso

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  2. En efecto, Rafa, todos hemos tenido alguna vez esa sensación de haber presentido algo que se salía de lo racional, algunas veces se da cuando alguien nos está mintiendo, o tratando de dar gato por liebre, que sin que sepamos muy bien por qué, nos damos cuenta de que algo no marcha como es debido.

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  3. Así que es por eso, el caso es que cuando ví a ZP la primera vez por la tele presentí algo....noté algo raro,como si fuera irracional,el caso es que al verle la cara de tontarra adiviné al instante que iba a arruinar el país, ojo,que lo digo muy en serio.

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  4. Trecce, no sé si tiene sexto sentido, pero la entrada me ha gustado mucho.
    Un saludo.

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  5. Pues fíjate, Navegante, a mí me falló el sexto sentido.

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  6. Muchas gracias, Inge, eres muy amable.

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  7. Yo algunas veces tengo ese tipo de sensaciones...no sé, dicen que las mujeres somos más perceptivas. No siempre se cumplen por supuesto, pero a veces...y es como cuando sabes seguro que estás embarazada antes de que te lo ratifiquen las pruebas y el médico.

    (Podías haber hecho un homenaje a Bruce Willis, me gusta más que Woody jeje)

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  8. Pues sí, Maribel, las mujeres tenéis más desarrollado el sexto sentido, al parecer también está comprobado.

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  9. Vaya, cuánto tiempo sin verte por estos lares. Besos varios.

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  10. Muy interesante Trecce, me ha encantado la entrada.

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  11. Creo que la teoría del marcador biológico de Antonio Damasio que explica la naturaleza y función de las emociones como un aspecto del procesamiento cognitivo de la información de nuestro medio externo e interno aportaría a este tema de lo intuitivo. Nuestras reacciones corporales, fisiológicas y emocionales (por ej. miedo) activadas por acontencimientos medioambientales (ej. asalto)se constituirían en el dato imprescindible con el cual las otras partes del cerebro encargadas de procesar dicha información, pueden decidir qué acción tomar. Bueno, en esa medida entendería que la acción o reacción intuitiva, puede constituirse, dentro de este esquema, en una forma rápida (apoyada a su vez en la experiencia previa)de reaccionar a situaciones en las que no hemos tenido tiempo de procesar con calma y serenidad como es el caso de una situación inesperada. Esto, creo yo, no hay que confundirlo con el concepto de lo extra-sensorial, pues más bien se apoya en lo sensorial y afectivo y la experiencia previa.
    Por lo demás valoro el dato de la función que cumple la corteza cingulada anterior en la toma de decisiones. Gracias.

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  12. Muy interesantes reflexiones, gracias por el comentario.

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