martes, 9 de agosto de 2011

EL FUSILAMIENTO DE DOSTOIEVSKI

El 22 de diciembre de 1849, Fiódor Mijailovich Dostoievski y los demás condenados a muerte por su colaboración con grupos liberales y revolucionarios, fueron alineados ante el pelotón de fusilamiento. Después de un angustioso silencio, les fue leído el veredicto. Tras leer la sentencia de cargos y el nombre de cada condenado, resonaba la pena fatídica: ¡A muerte!
Y de pronto sobreviene el milagro, y una voz distinta a la que les condenaba dice: “En su infinita clemencia, su majestad el zar, les perdona la vida...”
Todos lloraban todos estaban abatidos después de la simulación de sus propias muertes, menos Dostoievski. No importaba ser condenado a trabajos forzados en Siberia, o el hecho de tener que andar con grilletes en los pies día tras día, nada importaba, tenían una vida nueva que les había sido regalada.
Aquellas gentes, aquellos intelectuales rusos, no eran grandes héroes, ni personas excepcionalmente valientes, ni siquiera convencidos revolucionarios. Como dijo Bakunin al respecto, eran unos “anodinos desocupados que hacen socialismo literario”.
Así que aquel hecho, aquella muerte simulada, un acto totalmente cruel, debió marcar sus vidas, desde luego marcó la de Dostoievski, a quien algunos critican su conversión a la religión, que proponía como única salida. Sin embargo, yo creo que esa transformación del genio ruso, solamente debe ser mirada bajo el prisma de una experiencia tan fuerte como la que vivió aquel día en el que el silencio de la madrugada, fue roto por aquella voz que le condeba a una muerte que creyó irremediable.



6 comentarios:

  1. Lo mejor sus grandes obras, la expresión de su tormento interior.
    Saludos blogueros

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  2. Cuando un gran escritor escribe sobre sus propias vivencias, muchas veces aparecen las mejores de sus obras.

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  3. No hay duda de que sucesos así, e incluso menos traumáticos pueden cambiar mucho la forma de ver la vida. Es difícil no ver en sus obras el rastro de una persona que no tiene paz, que no duerme tranquilo.

    Supongo que en esa situación buscar consuelo (cada uno donde lo encuentre, el en la fe) es algo lógico y humano. No criticable

    Un abrazo

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  4. Bueno no es nada de extrañar. Si uno tiene grandes dramas de los que contar y tiene la facilidad de poder plasmarlos sobre un papel, la obra es redonda. Un escritor con vivencias y buena pluma tiene mucho ganado. Saludos Trecce.

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  5. A mi tampoco me parece criticable, Sostrato. Saludos.

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  6. La verdad es que la vida de Dostoievski da para varias novelas, Rafa, casi todas bastante tristes, también es verdad.

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