martes, 5 de junio de 2012

CALLE 42

Asistimos a la creación de un espectáculo teatral, en este caso de un musical. Vemos como Julian Marsh (Warner Baxter), un famoso director de obras teatrales, empieza un nuevo proyecto financiado por un ricachón, Abner Dillon (Guy Kibbee), que está enamorado de la estrella de la obra teatral, ella es Dorothy Brock (Bebe Daniels).
Julian empieza a trabajar en el espectáculo aún sin tener el consentimiento de su médico, que le aconseja que lo deje por su enfermedad. La estrella masculina del musical es Billy Lawler (Dick Powell). Entre las extras están Lorraine Fleming (Una Merkel), Ann "Anytime Annie" Lowell (Ginger Rogers) y una novata, Peggy Sawyer (Ruby Keeler).
Con todo esto empiezan los ensayos, unos duros y largos ensayos que pueden rozar el maltrato físico. Y la noche antes del estreno la estrella se lesiona y es Peggy la novata, la que tiene la responsabilidad de sustituirla y salvar la obra.



Uno de los musicales míticos de la historia del cine, en el que vemos los entresijos del montaje de una obra teatral, donde no todo es lo que parece. La película desmitifica este mundo de chicas guapas, glamour y lentejuelas, donde por contra la dureza está presente en el día a día y sus condiciones laborales y sociales son, en muchos casos, míseras. Al final del filme, Warner Baxter, el genial y despótico director del espectáculo, extenuado por todo el trabajo previo, acaba preguntándose si todo aquel sacrificio merece la pena. Pero bueno, eso puede pasar también con otros trabajos.



La película supuso toda una renovación para el género y hay quien dice que su éxito de público salvó a la Warner de la quiebra. Uno de los miembros destacados del elenco es el coreógrafo Busby Berkeley, con unas coreógrafías muy novedosas para la época. El film marcó el despegue de Ginger Rogers, que aquí tiene un papel secundario y que había sido recomendada por el director de cine Melvyn Leroy, con quien tenía un rollete.
La historia está contada con agilidad, conseguida, en parte, por la sabia mezcla de las peripecias del montaje de la obra y los affaires amorosos de los protagonistas, resultando entretenida y, por momentos, divertida.




8 comentarios:

  1. No es precisamente del género que me gusta pero la he visto, y creo que está bien.

    Saludos amigo

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    1. Es divertida y la verdad es que supuso toda una bocanada de aire fresco en el género, con tomas caleidoscópicas y otros efectos innovadores.

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  2. Gracias por recordar esta estupenda película, que no es solo un fantástico entretenimiento sino también un documento histórico.

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    1. En efecto, en algunos aspectos es algo más que un simple divertimento.

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  3. Pues ahora no recuerdo si alguna vez la he visto, pero creo que no, y mira que me gustan los musicales de aquel tiempo y ver como bailan Fred y Ginger...

    Saludos

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  4. Uno de los grandes musicales, como dices. Berkeley; un iluminado que ha hecho discurrir a los expertos en puesta en escena, arquitectos, diseñadores...Una joya.

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