lunes, 3 de diciembre de 2012

GRANUJAS A TODO RITMO (THE BLUES BROTHERS)

Jake Blues (John Belushi) es puesto en libertad tras haber cumplido dos años de condena por robo a mano armada. Su hermano, Elwood Blues (Dan Aykroyd), le espera en la puerta de la penintenciaría con un automóvil de policía que adquirió en una subasta.
Su primera parada es el orfanato donde crecieron. Allí descubrirán que el centro para huérfanos debe 5.000 dólares en impuestos que la iglesia no está dispuesta a pagar, poniendo el peligro el futuro inmediato del orfanato. Los hermanos deciden reunir el dinero pero no saben de qué manera hasta que Jake es iluminado por una luz divina que le comunica que debe reunir de nuevo a la banda, los Blues Brothers .
Tras unas cuantas peripecias, consiguen aglutinar a todos los miembros para comenzar una tormentosa gira que les llevará a sortear un sinfín de problemas entre los que se encuentran la policía, el ejército y una banda de nazis de Illinois que harán que el ritmo del film se torne frenético a ritmo de jazz y rhythm and blues.



La película fue dirigida por John Landis, entonces un desconocido procedente del cine independiente y ya desde el primer instante se convirtió en un film de culto. El guión, escrito por el propio Landis y por uno de los dos protagonistas, Dan Aykroyd, desarrolla un sketch que interpretaron Aykroyd y Belushi en el programa de televisión Saturday Nigth Live.


La historia es una auténtica gamberrada que no busca profundizar, sino entretener, con un humor irreverente desprovisto de cualquir intención moralizante.


La pareja protagonista realiza un gran trabajo, teniendo en cuenta los papeles que les toca interpretar, demostrando sus dotes para la comedia, el show y la música, rodeados además por una auténtica pléyade de famosos que van apareciendo a lo largo del film. La lista es para quitar el hipo, desde Carrie Fisher (la princesa Leia Organa de Star Wars) hasta Aretha Franklin, pasando por James Brown, Cab Calloway, Ray Charles, Twiggy...


Uno de los contrapuntos a los números musicales lo ponen las persecuciones en automóvil que sufren los protagonistas, sin duda se abusa de ellas, pero hay que reconocer que los amantes de este tipo de escenas las disfrutarán, porque son de lo mejorcito. La cantidad de coches de policía destrozados es épica.


La banda sonora se ha convertido en un clásico, con sus homenajes al Cotton Club, al jazz, al blues y al soul, con esos grandes interprétes que aparecen en el film.
Mítica la interpretación de Cab Calloway de su clásico "Minnie the Moocher".
Y mítico también el look de los dos protagonistas que ha marcado tendencia.




6 comentarios:

  1. Creo que es bastante entretenida. De acción y escenas trepidantes anda más que sobrada.

    Saludos Trecce.

    ResponderEliminar
  2. Una gozada. Me levanta el ánimo cada vez que la veo; o viceversa. Ya lo sé , no es una gran peli, pero...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La película es una gamberrada total, pero bueno, ahí están esos cameos.

      Eliminar
  3. No hay reposición en televisión que mi "santo" perdone:es una gamberrada,sí,pero divertidísima y con una banda sonora magnífica y cameos a granel,incluido a Seteven Spielberg en la ventanilla de cobro de impuestos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La banda sonora es magnífica, por descontado y los cameos, tienen un gran atractivo, pero a mi me sigue sin hacer demasiada gracia tanta persecución y tanto coche desguazado, creo que se exceden. Pero lo que decimos, para gustos...

      Eliminar