lunes, 24 de febrero de 2014

SUNSHINE

El tabernero de un pueblecito húngaro, fallece al explotar el alambique de su destilería, la única herencia que queda a su familia es un librito de tapas negras en el que están escritas las recetas de las bebidas que fabrica.
Su hijo mayor, apenas un adolescente, ha de madurar a marchas forzadas para sacar adelante al resto de la familia. Primero vendiendo brebajes por los pueblos del entorno y más adelante trasladándose a Budapest, donde trabaja para otros y después se independiza, logrando tener éxito en los negocios. La familia consigue tener destilería propia y, gracias a un tónico que figuraba entre las recetas del abuelo, prosperan hasta tener un lugar entre la burguesía acomodada de la capital.
En los primeros años del siglo XX, los dos hijos de la familia Sonnenschein, dejarán el negocio de bebidas para dedicarse a desarrollar sus brillantes carreras, Ignatz como jurista y Gustave como médico.
Ignatz está enamorado de su prima Valerie, que le corresponde, se han de enfrentar a la oposición de la familia, ya que Valerie, cuando quedó huérfana, siendo muy niña, fue adoptada por sus tíos que le dieron sus apellidos y se ha criado como una hermana de Gustave y Adam, por lo que la relación es considerada poco menos que como un incesto.
El estallido de la I Guerra Mundial, trastocará la vida feliz de los Sonnenschein, que para no encontrar dificultades con su apellido judío, lo han cambiado por el de Sors. Adam es destinado al cuerpo jurídico y Gustave se desempeña como médico militar.


El guión se basa en una historia del propio realizador del film, István Szabó y narra los avatares de una familia judia a través de varias generaciones, al tiempo que nos va relatando los acontecimientos históricos en los que se ve inmersa Hungría en la primera mitad del convulso siglo XX.
En realidad, es como si el film dedicara una parte a cada uno de esos relatos, una hora para cada cual, de las tres que tiene en total. En la primera nos cuenta los avatares de los hermanos Ignatz, Gustave y Valerie Sonnenschein; el matrimonio de Valerie e Ignatz; el cambio de apellido de los tres; el estallido de la I Gran Guerra y la caída del Imperio Austrohúngaro.
La segunda narra la vida y trágica muerte de Adam Sors, para ello toma prestados algunos datos reales del esgrimistas húngaro y también judio, Attila Petschauer, campeón olímpico con su país (aunque no en los juegos de Berlín, com Adam en la película), torturado y salvajemente asesinado en el campo de concentración ucraniano de Davidovka y que da pie a la escena más tragica, dolorosa y espeluznante de la película.
Por fin, el tercer relato, se centra en la figura de Ivan Sors, el hijo de Adam, que vio morir, impotente, a su padre a manos de los nazis húngaros. Él obtendrá un puesto destacado en la policía del nuevo régimen comunista, hasta que, desencantado de lo que ve, acaba alineándose con los insurgentes de octubre del 56, lo que le valdrá una condena de 5 años de cárcel, pero también le convierte en una persona emocionalmente equilibrada.


Como se ve, mucha enjundia para meterla en una película, aunque sea de tres horas. Creo que el encaje de los momentos íntimos con el marco histórico, que es donde radica la verdadera dificultad del film, está resuelto de manera desigual por el realizador, de haber conseguido dar con el quiz, estaríamos ante una película en la línea de las grandes sagas cinematográficas.
Está bastante bien ambientada, dada la dificultad del cambio de épocas y el director se luce en el aspecto técnico y artístico, con brillantes movimientos de cámara y algunos planos y composiciones realmente llamativos. Desde luego, para el entendido, es una película que se disfruta en estas facetas.


Hay dos cosas que destacan, en mi opinión, sobre las demás, una es la magnífica banda sonora de Maurice Jarre, realmente espléndida y otra, la interpretación de Ralph Fiennes, que da vida a los tres personajes centrales a lo largo del film, Ignatz, Adam e Ivan, toda una bicoca para un actor que se precie, interpretar a abuelo, hijo y nieto, pero que entraña dificultad y riesgo, pues bien, Fiennes sale con nota del envite y la prueba es que obtuvo el premio al mejor actor europeo del año.
Los demás personajes están bien, pero a mí me ha gustado sobre manera, el que sirve de unión a las tres época, el personaje que más evoluciona en la película, el de Valerie Sors, interpretado por una deliciosa Jennifer Ehle, cuando Valerie es joven y por Rosemary Harris que da vida a la Valerie madura, ambas (madre e hija en la vida real), están brillantes.
Intervienen en el film otros nombres conocidos, como Rachel Weisz, Deborah Kara Unger o William Hurt, con papeles breves pero muy intensos.
Aunque es larga, la peli se ve bien, gracias a un acertado ritmo narrativo. Las historias narradas son atractivas y, de paso, sobre todo para quien no la conozca mucho, es una manera de acercarse, aunque sea de forma somera, a los acontecimientos que ha atravesado el país magiar durante el siglo pasado, pero sobre otras cosas, la película es un retrato, otro más, aunque con un enfoque peculiar, de las dificultades de los judios para desenvolverse como ciudadanos normales, por más que, como los protagonistas de la historia, eso era lo que prentendían, ser unos húngaros más, que amaban a su patria, pero que se vieron arrinconados una vez y otra por culpa de su religión, de la que tampoco eran practicantes devotos. Un estigma que han vivido tantos y tantos otros judios y gentes de otras etnias y creencias y que aún ahora, sigue estando a la orden del día.





2 comentarios:

  1. La historia familiar esa parece muy interesante especialmente por el entorno que la rodea. Esos hechos que coinciden con el de miles de familias judias asentadas en Centro-Europa se repite constantemente.

    Buen resumen de peli has hecho.

    Saludos

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    Respuestas
    1. Poco conocida, con buenos actores y, para mi gusto, muy interesante.

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