lunes, 22 de septiembre de 2014

YIP MAN CHINCHYUN

En los primeros años del pasado siglo XX, comenzaban a desarrollarse los primeros acontecimientos que darían lugar a la posterior invasión de China por el imperio japonés.
La familia de un acomodado comerciante que vive en la localidad de Foshan, encuentra a la puerta de casa a un crío de pocos años, tirado en el suelo, aterido y semiinconsciente. Le recogen y le tratan como a un nuevo miembro del clan, el pequeño de la casa, Yip Man (Yu-Hang To) y su nuevo compañero Yip Tin Chi (Siu-Wong Fan), de edad parecida, crecerán como auténticos hermanos.
En 1905, cuando apenas apuntan como adolescentes, su padre les lleva a la escuela de artes marciales del maestro Chan Wah Shun (Sammo Hung Kam-Bo), donde van a recibir una completa educación.
Después de unos años, siendo ya casi un hombre, Yip Man marcha a Hong Kong, donde completará su educación en un colegio religioso católico. En Hong Kong conoce casualmente al maestro Leung Bik (Ip Chun), que le enseña nuevas técnicas de Wing Chun, ya que lo que había aprendido de este arte marcial en la escuela de Chan Wah Shun estaba basado en el antiguo arte.
De regreso a Foshan, será víctima de los sucios manejos de un importador japonés que trata de controlar el comercio local.


Especie de precuela de Yip Man , el film que había dirigido en 2008 Wilson Yip. En esta entrega, la segunda de la trilogía que a día de hoy se han filmado sobre este personaje, maestro de Bruce Lee, se nos narran aspectos de su infancia y primera juventud.
El guión desarrolla una truculenta historia en la que un comerciante japonés está utilizando sus negocios como punta de lanza para lo que será la futura invasión japonesa.
Al tiempo, tiene lugar una historia de amor, mas que liosa, porque siempre la tenemos clara, un tanto embrollada, ya que una de las compañeras de escuela de los dos hermanos, está enamorada de Yip Man, que no le corresponde, pero a su vez, Yip Tin Chi, está enamorado de ella. Yip Man, por su parte, vive su propio amor con la hija de un dignatario local, que le ayudará a salir de prisión cuando es detenido por una falsa acusación.


Narración rocambolesca aparte, el film no llega al nivel de la anterior entrega, aunque se nota el trabajo que los protagonistas han tenido que hacer para dominar hasta un nivel digno, las técnicas del Wing Chun, en las que los movimientos rápidos de las manos tienen vital importancia.
Unas dignas coreografías para las peleas, aunque carecen de la espontaneidad de la primera, aquí se ha tirado de cable y cámara lenta en más de una escena. Lo mejor de todo, sin duda, una fotografía muy lograda.
Entretenida, pero sin más.




2 comentarios:

  1. Hola Trecce si tú dices que no pasa de entretenida, ya no me esfuerzo por verla.

    Saludos y encantado de visitarte de nuevo.

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    1. A mí es que me gustó más la primera, pero eso no quiere decir nada.

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