sábado, 28 de febrero de 2015

CONAN EL CIMMERIO

Conan vivió en forma precaria durante varios años en el reino de Zamora y en los países vecinos de Corinthia y de Nemedia, como ladrón. De naturaleza indómita y anárquica, compensó su falta de sutileza y de refinamiento con la astucia natural y con el físico hercúleo que había heredado de su padre.
Cansado de esta vida miserable, Conan se alistó como mercenario en los ejércitos de Turan. Durante los dos años siguientes viajó mucho por las remotas y legendarias tierras orientales de Meru y Khitai. También desarrolló su destreza como jinete y arquero, en cuyas artes había sido mediocre antes de alistarse en el ejército turanio. Este volumen comienza con sus aventuras durante la última parte de su servicio en el ejército de Turan.
Los relatos que se incluyen en el mismo son:

La maldición del monolito.
El dios manchado de sangre.
La hija del gigante helado.
La guarida del gusano de hielo.
La reina de la Costa Negra.
El valle de las mujeres perdidas.
El castillo del horror.
Un hocico en la oscuridad.

En "La reina de la costa negra", se narran la aventuras que vivió junto a Belit, la reina pirata que era tenida por estos más como diosa que como mujer. Uno de los grandes amores de Conan, al que ella adoraba hasta el punto de que regresó del más allá para salvarle la vida, tal y como le había prometido en uno de sus arrebatos de pasión.



viernes, 27 de febrero de 2015

EL CLAVO

Javier Zarco (Rafael Durán) y Gabriela Zahara (Amparo Rivelles), se conocen cuando ambos viajan en una diligencia, ella oculta su nombre verdadero y le dice a Javier que se llama Blanca.
Él está prendado de la desconocida y durante el viaje trata de hacerle la corte, pero la mujer se muestra tajante y le pide que no siga por ese camino.
Cuando llegan a Madrid, Zarco sigue a la desconocida y pide alojamiento en el mismo hotel donde la ha visto entrar, hasta que un día de carnaval, aprovechando que Blanca sale a dar un paseo y se ve molestada por algunas mascaras que participan de la fiesta, Javier la rescata y se la lleva a cenar. Cuando regresan al hotel, Blanca ha dejado caer todas las barreras que la separaban de Javier y ambos se convierten en amantes.
Javier recibe una carta del ministerio de Gracia y Justicia para que se incorpore a su nuevo destino de juez, negarse supondría renunciar a su carrera, por lo que se prepara para el viaje y le pide a Blanca que se case con él, pero ella, invocando razones que mantiene en secreto, se niega y ambos se emplazan para un mes después en el mismo lugar. Cuando Javier regresa, no encuentra a Blanca y da por supuesto que se ha burlado de él.
Cinco años después, siendo juez de Nueva Mérida, durante un paseo con el secretario judicial, Javier entra en el cementerio de la localidad y descubre un cráneo con un clavo, que le llama la atención. Suponiendo que está ante un crimen sin resolver, Javier comienza las pesquisas que, con el tiempo, le traerán la desgracia, aunque él todavía no lo sabe.


El guión adapta un relato de Pedro Antonio de Alarcón que, como algún otro de los que figuran en el mismo libro  (Cuentos amatorios), están influenciados por las obras de Edgar Allan Poe, autor por el que se había interesado Alarcón, cuando en España el escritor de Boston era un desconocido.


Además del atractivo de la pareja protagonista, con una Amparito Ribelles (así figura en el cartel) jovencísima y un Rafael Durán que era el galán de moda, por el film desfilan una serie de secundarios, a la cabeza de los cuales está Juan Espantaleón, que si se me permite, están mejor que los cabeza de cartel que a mí me han parecido, ella un tanto desangelada, fiándolo todo a su cara bonita y él que en algunos tramos resulta repelente, pues ni siquiera en los momentos románticos, puede desprenderse de la altanería con la que reviste a su personaje.
Con una fotografía bastante normalita, a pesar de estar al cuidado de Alfredo Fraile, quizá lo mejor sea la ambientación y el acompañamiento musical que lleva la firma del maestro Quintero.
La historia narrada, aunque conserva el argumento principal, se separa en algunos detalles del relato de Alarcón, alterando la situación de la protagonista que en realidad tiene un hijo de su amante, algo que desaparece en el film, seguramente Rafael Gil no quería problemas con la censura de la época que hubiera considerado inapropiada tal situación.


Lo mejor de la obra de Alarcón es la concisión y la brevedad en la narración y el dotar de cierto halo de misterio el asunto del asesinato; pero el film desaprovecha todo esto, el relato se vuelve pesado, sobre todo en la primera parte de la película, con diálogos insulsos, simplones y hasta irrisorios, solamente tienen cierta brillantez algunos de los momentos cómicos que, casi siempre, protagonizan los secundarios.
La película tuvo un gran éxito en su momento, pero es un producto típico de aquella época oscura que tiene de interesante, precisamente, ser reflejo de ella, pues aunque se desarrolla a finales del XIX, parece que la España de posguerra sigue anclada en aquellos lejanos años rodeados de oscuridad.





jueves, 26 de febrero de 2015

CONAN EL AVENTURERO

El libro incluye cuatro aventuras del popular personaje creado por Robert E. Howard: El Pueblo del Círculo Negro, La Sombra Deslizante, Los Tambores de Tombalku y El Estanque del Negro.
Uno de los cuentos que aparecen en este libro, «Los tambores de Tombalku», fue descubierto por Glenn Lord, el agente literario de las obras de Howard. Se trataba de un esquema general de la historia y de un borrador de la primera mitad del relato. Lyon Sprague de Camp completó el cuento siguiendo dicho esquema, los otros tres relatos aparecen tal como fueron publicados en Weird Tales a comienzos de la década del treinta del pasado siglo, salvo alguna pequeña corrección.
Conan tuvo que abandonar Turan como consecuencia de una pelea con un oficial superior. Después de un intento frustrado de hacerse con un tesoro en Zamora y de una breve visita a su Cimmeria natal, se embarca en la carrera de soldado mercenario en los reinos hiborios. Las circunstancias (violentas, como de costumbre) lo convierten en pirata de las costas de Kush, donde los nativos lo llaman Amra el León. Cuando su compañera, la pirata shemita Belit, es asesinada, él se convierte en jefe de una de las tribus negras. Después sirvió como mercenario en Shem y en los reinos hiborios del sur.
Más tarde, Conan aparece como jefe de los kozakos, una horda de proscritos que asola las estepas que se encuentran entre las tierras hiborias y Turan. Se convierte en jefe pirata de un grupo de corsarios en el gran mar interior de Vilayet y en jefe de los nómadas zuagires de los desiertos del sureste. Después de una temporada como capitán de mercenarios en el ejército del rey de Iranistán, llega a los alrededores de los montes Himelios, una vasta extensión de tierras inhóspitas que se encuentran entre Iranistán, Turan y el reino tropical de Vendhia. Aquí es donde comienza este libro.



miércoles, 25 de febrero de 2015

POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS

Durante el segundo año de la Guerra Civil Española, el Estado Mayor republicano, prepara una ofensiva a gran escala que le haga tomar la iniciativa en una guerra en la que, por el momento, no hace sino tratar de contener al enemigo y retroceder ante su empuje.
Para que el plan tenga éxito, es imprescindible que en los primeros momentos del ataque, desaparezca un puente que es el único camino existente para que las tropas nacionales hagan pasar transportes de hombres y vehículos blindados. La voladura es encomendada a Robert Jordan (Gary Cooper), un experto dinamitero que se ha alistado como voluntario en las filas republicanas.
El puente se halla sobre una garganta en la sierra de Guadarrama, en algún lugar cercano a Segovia y Jordan debe contactar con una partida de partisanos que opera en el lugar.
Allí conocerá a María (Ingrid Bergman), una joven represaliada por los fascistas, de la que se enamorará perdidamente, y también trabará fuertes lazos con algunos de los otros miembros de la banda.
Las dificultades de la vida en la sierra, las diferencias de criterio entre los hombres que apoyan a Jordan y una serie de acontecimientos imprevistos, pondrán en peligro la operación, a pesar del arrojo y el valor de los conjurados.


Basado en una novela del mismo título de Ernest Hemingway, la película tiene uno de sus mayores activos en la presencia de dos figuras que en aquel momento estaban en lo más alto de su carrera, como son Gary Cooper e Ingrid Bergman, que venía de rodar Casablanca.


Al igual que ocurre en el libro, la película es un cúmulo de tópicos y sus personajes están dibujados sin apenas profundidad.
Cooper, más inexpresivo que nunca, parece que no pone una pizca de alma en su papel, por otra parte bastante estereotipado, el típico yankee que sabe de todo y va a salvar el mundo porque está mucho más preparado que los palurdos españoles que le ayudan en su tarea.
A pesar de que los secundarios también representan estereotipos poco profundos, hay dos actores que destacan por encima del resto, Katina Paxinou y el gran Akim Tamiroff, en sus papeles de Pilar y Pablo, pero vamos, ya digo que todo está muy esquemático y un tanto ramplón.


La película no sabe aprovechar la principal virtud de la novela, que es el ritmo narrativo, que aquí, por momentos se hace pesado, recreándose en las escenas románticas entre la pareja protagonista y en los primeros planos del rostro de la Bergman, que es muy atractiva, de acuerdo, pero creo que se pasan y la peli se hace un poco lenta y pasada de minutos, para dar entrada a diálogos que tampoco están muy conseguidos.




martes, 24 de febrero de 2015

CONAN

Existe un problema con los relatos de Conan y es que los escritos realmente por su autor, Robert Ervin Howard, fueron publicados al completo en lengua inglesa entre 2003 y 2005, como quien dice anteayer, pero sin embargo fueron escritos en los años 30 del pasado siglo y publicados de manera individual en esas fechas. En épocas posteriores, hasta ese año 2003 que hemos indicado, aparecieron libros de Conan en los que se mezclaban relatos originales con otros que han sido acabados a la muerte del autor en base a manuscritos encontrados sin publicar o, sencillamente, inacabados.
Estos por los que me he decidido, son los que publicó la Editorial Martínez Roca siguiendo el sencillo procedimiento de traducir los que iban apareciendo en inglés, algo que ya había hecho anteriormente (en 1973), la Editorial Bruguera.
En este volumen, titulado simplemente "Conan", aparecen algunas de las primeras aventuras del héroe bárbaro, como el relato "La torre del elefante", uno de los más conocidos y celebrados de los que componen la saga.
El libro nos presenta al guerrero cimmerio, nos cuenta sus andanzas iniciales, cuando aún es un joven de 16 años que está en pleno desarrollo y cómo va adquiriendo experiencia desde su bisoñez inicial que le acarrea no pocos problemas por la ausencia de malicia en sus acciones y por no cubrirse las espaldas cuando se mete en líos, lo que le convierte en presa fácil para otros rufianes más avispados y con mayor experiencia en las lides de la vida.



lunes, 23 de febrero de 2015

LAS UVAS DE LA IRA

Tom Joad (Henry Fonda), acaba de salir de presidio tras obtener la libertad condicional. Tom asesinó a un hombre en una pelea después de haber recibido una puñalada, por ello fue condenado a siete años de cárcel, de los que ha cumplido cuatro.
Tom se encamina a casa de sus padres, pero al llegar a ella la encuentra abandonada.
Jim Casy (John Carradine), un expredicador al que conoce de su niñez, le acompaña hasta la casa de su tío, donde según un vecino, se ha trasladado la familia de Tom. Al parecer, todos los granjeros se han visto expulsados de las tierra que tenían en arriendo, la persistencia del conocido como Dust Bowl, el viento de arena, ha ido echando a perder una cosecha tras otra durante los últimos años y los propietarios de las fincas (en última instancia los bancos), han ido ejecutando las órdenes de desahucio contra los colonos.
Cuando Tom llega a casa de su tío, la familia Joad al completo, se prepara para marchar a la mañana siguiente en dirección a California, en un folleto que se ha repartido por las fincas, se ofrece trabajo para peones agrícolas en la recogida de la fruta.
Con un viejo camión atestado de enseres y en el que las personas se colocan como pueden, emprenden el penoso camino hacia el oeste por la ruta 66.


Apenas han recorrido unos cuantos kilómetros, el abuelo Joad, que no quería abandonar su casa, muere y es enterrado a la orilla del camino y justo antes de llegar a su destino, fallece la abuela, que correrá la misma suerte que su marido.
Durante el trayecto, se encuentran con que cientos de familias albergan la misma ilusión que ellos y en la carretera hay verdaderas caravanas de vehículos como el suyo.
La tierra prometida que esperan encontrar, no será tal cual imaginan.


Nunnally Johnson escribió el guión del film adaptando la magnífica novela del mismo título de John Steinbeck, que le había valido el Pulitzer. Algunas cosas están alteradas y el final totalmente cambiado, de hecho, en la novela de Steinbeck, se abre una puerta a la esperanza basada en la solidaridad entre las personas, mientras que el film deja un final abierto y si alguna esperanza propone, parece más basada en el individuo.
A pesar de lo dicho, estamos ante una buena adaptación, la mejor prueba es que Steinbeck se mostró de acuerdo con ella y además, adquirió una especie de devoción por la interpretación de Henry Fonda que, a su juicio, transmitía perfectamente lo que el Premio Nobel quiso reflejar en ese personaje.


Con la consabida maestría, John Ford (el que sólo sabe hacer westerns, ¡ja!) nos acerca esta historia amarga que refleja la desventura de miles de personas desplazadas de su hogar en lo que fue la mayor emigración interior en la historia de los EE.UU.
Bien fotografiada por Gregg Toland, en su primera colaboración con Ford, con algunos planos realmente espléndidos y complementada con la partitura de otro maestro, Alfred Newman. El film obtuvo dos Oscar de las siete nominaciones que tenía (mejor director y actriz secundaria para Jane Darwell). Otra de las cosas que me ha impactado del film es la iluminación, sensacional a la hora de resaltar los rostros y en la que las sombras llegan a tener tanto interés como las imágenes directas.


Con soberbias interpretaciones, un Henry Fonda en el que sería el papel de su vida, que él ya intuía y se plegó por ello a las exigencias de la productora y uno secundarios que lo bordan, empezando por la propia Jane Darwell y John Carradine y siguiendo por cualquiera de los demás.
Para mí, esta película es la de los rostros, unos primeros planos maravillosos en los que la conjunción realizador/intérprete/fotógrafo, alcanza un clímax que resulta imprescindible para lograr los resultados obtenidos. Las caras de los actores van relatando la historia, quizá eso y el camión cargado hasta arriba, renqueando por las carreteras, son los recuerdos imperecederos de la parte visual.


Film comprometido, como la novela, que tendría consecuencias en el devenir de Steinbeck y Ford, investigados por el Congreso como parte de la "Amenaza Roja", la verdad es que nada inventa. El productor, Darryl F. Zanuck, investigó lo que ocurría en los campamentos de inmigrantes para ver si John Steinbeck había exagerado acerca de la miseria y el trato injusto infligido allí, para acabar descubriendo que, en todo caso, había minimizado lo que en realidad ocurría.
La película fue como una bofetada a ciertas conciencias y sufrió boicots desde los más variados lugares y entidades.
Un asunto, el de la voracidad del capitalismo salvaje, carente de sentimientos, que desgraciadamente cobra vigencia en nuestros días por todo lo que estamos viendo alrededor nuestro. Como vuelven a estar vigentes las palabras de Steinbeck al hablar de lo que quiso transmitir con su novela:
Quiero colocarles la etiqueta de la vergüenza a los codiciosos cabrones que han causado esto.




sábado, 21 de febrero de 2015

AMERICAN SNIPER (EL FRANCOTIRADOR)

En el mundo hay tres tipos de personas: Las ovejas, los lobos y los perros pastores; nosotros somos los perros pastores que empleamos nuestra fuerza para defender a los débiles del ataque de los lobos.
Esta fue una de las enseñanzas que Wayne Kyle (Ben Reed), inculcó a sus hijos con motivo de una pelea en la que el mayor de ellos, Christ (Bradley Cooper), pegó a otro muchacho que estaba abusando de su superioridad con el hermano menor. Christ también aprendió a manejar armas, ya que a los ocho años, le regalaron un rifle Springfield con el que cazaba faisanes, codornices y ciervos acompañando a su padre.
Aunque junto a su hermano tenía planes para ganarse la vida participando en los rodeos, un día viendo la televisión quedó impactado por las consecuencias del ataque a una legación diplomática estadounidense en el extranjero y decidió intentar alistarse en las fuerzas navales para ayudar a su país y proteger a sus ciudadanos de la amenaza del terrorismo internacional.
Enrolado en la marina, Kyle, fue admitido en el programa de SEAL, en la especialidad de francotirador.
Durante su periodo de instrucción, conoce a Taya (Sienna Miller), de la que se enamora y con la que acabará casándose. El día de su boda, la Compañía Charlie del equipo número 3 de los SEALs, unidad a la que pertenece Kyle, recibe órdenes de partir hacia Irak, país al que EE.UU. ha declarado la guerra, concretamente a la ciudad de Ramadi.


El guión se basa en el libro de memorias del mismo título que la versión original del film y en el que Chritian Kyle explica su experiencia como tirador SEAL.
Lógicamente, algunas cosas están alteradas, quizá la más llamativa, la impactante secuencia, de la que se ha echado mano en el trailer, en la que una mujer aparece con una granada que entrega a su hijo para que este la lance contra un convoy norteamericano, mientras Kyle le tiene en el punto de mira. En el libro las cosas no se cuenta así, pues es la mujer la que va a lanzar la granada tratando de aprovechar la impunidad que le da llevar un niño en brazos. Con todo lo duro que es disparar a una mujer que lleva al niño cogido, no es lo mismo que disparar directamente al crío. Esta simple vuelta de tuerca del guión puede explicar hasta qué punto son llevadas al extremo algunas cosas en el film, cuando muchos pensarán que no hacía falta tanto, pero eso es otra cuestión.


Ya les adelanto lo que van a leer y escuchar en las críticas sobre este film, desde que es una americanada llena del más rancio patrioterismo, hasta las que, alineadas en la parte contraria, vean en el film un canto a los valores de entrega, sacrificio y compañerismo en pro de la salvación de la civilización occidental frente a la amenaza del islamismo radical y es que la película apenas admite medias tintas y, más que cómo está hecha o de qué cosas habla, la percepción que tenga de la misma el espectador está en la forma de verla y en los conceptos que uno traiga de antemano sobre aquellas actuaciones que narra.


El film se limita a contar lo que fue aquella campaña de Irak sin entrar en los motivos, lo de las armas de destrucción masiva que nunca existieron y todo aquello que recordamos porque forma parte de la historia bien reciente, así que, por tanto, tampoco se pronuncia sobre la legitimidad del ataque estadounidense, de buenas a primera nos encontramos transitando por las calles de Ramadi o de Fallujah, metidos en el pellejo de un francotirador formado en los valores de Dios, patria y familia, que no ve personas en aquellos sobre los que dispara, sino gente que va a atacar a sus compañeros de armas y que si él consigue eliminarlos antes, va a salvar la vida de unos cuantos marines. Estas son reflexiones del propio Kyle, a quien no le duele haber matado a quienes amenazaban con matar a sus compañeros, pero sí le remuerde la conciencia por las vidas de militares estadounidenses que no consiguió salvar.
Eastwood ha conseguido la maestría en la técnica cinematográfica, así que la historia está acompañada de una excelente calidad en el plano técnico, aunque quizá la narración puede hacerse un poco pesada en algunos momentos, en los que parece que el film avanza con lentitud, sobre todo cuando nos cuenta los problemas que su actividad lejos del hogar y poniendo su vida en peligro, le causa al protagonista en su relación conyugal, opino que lo mismo que nos cuenta, lo podría haber hecho con algunos minutos menos de película.
Habrá quien vea concomitancias lejanas con el western, esto de los tiroteos, aunque sea en la distancia y con armas de alta precisión, siempre nos trae esos recuerdos de los desafíos, en este caso el que protagonizan Kyle y el francotirador árabe que se inventa el guión del film y si encima están por allí Clint Eastwood y Ennio Morricone, pues eso.


La película trata de hacer una aproximación a la psicología de la guerra y al sentido moral del deber que mueve a quienes luchan en ella, una visión muy alejada del simplón pacifismo de quienes disfrutan de libertad para criticar a los militares gracias a que éstos se dejan su sangre y su vida en el frente por esa libertad. Además ellos no declaran las guerras, ni los armisticios, eso se hace en los despachos de los políticos, bien es cierto que casi siempre con alguna razón oculta que, de descubrirse, será cuando todo haya acabado y algunos no vivan para contarlo.
Bien interpretado por Bradley Cooper que lleva sobre sus espaldas todo el peso del film, creo que está logrado el retrato del protagonista, una persona de ideas simples (por sencillas) y claras (otra cosa es que se esté de acuerdo o no con ellas). Él se ve como un cowboy, con una fuerte religiosidad y un alto sentido patriótico. Quizá desde estos lares, estas cosas se vean de otra manera, pero para el norteamericano medio, Christ Kyle es un héroe que puso su vida en riesgo por su país.
Al final de la película, hay una especie de homenaje, con imágenes documentales, a Christ Kyle, muerto el 2 de febrero de 2013, curiosamente tiroteado por un compatriota, excombatiente también, cuando hacía prácticas en un campo de tiro; al parecer, el hombre tenía perturbadas las facultades mentales y cuyo juicio se celebra en estos días.
Kyle es tenido por el francotirador más letal de la historia militar de los Estados Unidos, con 255 enemigos eliminados, de los cuales 160 pudieron ser confirmados.




viernes, 20 de febrero de 2015

TIRANO BANDERAS

Cuando la desesperación de la gente llega a un límite, el más pequeño incidente puede precipitar la caída de un régimen, ese es el asunto central de esta novela que se puede considerar fruto maduro del esperpento. Escrita cuando ya Valle tenía 60 años y había ensayado y practicado todos los rasgos esperpénticos, alumbró esta obra, desde el punto de vista literario, de una gran perfección. Describe la figura del dictador Santos Banderas y en ella han visto muchos, el precedente de otras novelas españolas e hispanoamericanas: "Señor Presidente" (Miguel Ángel Asturias), "El recurso del método" (Alejo Carpentier) , "El Otoño del Patriarca" (Gabriel García Márquez),  "La fiesta del chivo" (Mario Vargas Llosa), "Yo, el supremo" (Augusto Roa Bastos) o la obra del español Francisco Umbral "Leyenda del César visionario".
Filomeno Cuevas, criollo ranchero, arma a sus peonadas y las organiza para luchar contra Santos Banderas, Presidente de la República de Tierra Firme. La insurrección de los criollos se debe al descontento existente en el pueblo contra el gobierno de Tirano Banderas que se mantiene en el poder en medio de un régimen de terror. En la revolución participan: los indios, algunos criollos, un grupo de intelectuales y algunos militares, entre ellos el Coronel Domiciano de la Gándara, compadre de Santos Banderas.
En muchos de sus pasajes y en su argumentación general, se observa en el iconoclasta Valle un lenguaje en el que resuenan los ecos de ciertos movimientos muy actuales (léase bolivarianos y otros afines), vean este párrafo: "Las antiguas colonias españolas, para volver a la ruta de su destino histórico, habrán de escuchar las voces de las civilizaciones originarias de América. Sólo así dejaremos algún día de ser una colonia espiritual del Viejo Continente. El Catolicismo y las corruptelas jurídicas cimentan toda la obra civilizadora de la latinidad en nuestra América [...] grilletes que nos mediatizan a una civilización en descrédito, egoísta y mendaz. Pero si renegamos de esta abyección jurídico religiosa, sea para forjar un nuevo vínculo, donde revivan nuestras tradiciones de comunismo milenario, en un futuro pleno de solidaridad humana...".
Es indudable la maestría de Valle en el uso del lenguaje, incluso de multitud de giros autóctonos, que domina a la perfección, cuando hace hablar a criollos e indígenas. El arte del autor español es incuestionable y ésta es tenida por una de sus mejores novelas, aunque muchos reclaman una lectura cuidadosa y trasparente de la obra, sin dejarse llevar por los sustratos ideológicos latentes bajo la fastuosa imaginería que exhibe el genial artista , por la repetición de clichés pro-socialistas o pro-liberales, pro-indigenistas y, en todo caso, anti-occidentales.



jueves, 19 de febrero de 2015

LUCES DE BOHEMIA

Publicada por primera vez en forma de folletín en la revista España (julio-octubre de 1920) con el subtítulo de Esperpento, Luces de Bohemia verá la luz como libro en 1924, con el añadido significativo de tres nuevas escenas. El esperpento supone en la estética de Valle-Inclán una confluencia total entre la visión de altura anunciada en La lámpara maravillosa y la síntesis dialéctica de lo trágico y lo grotesco. El distanciamiento artístico, la impasibilidad sentimental y la deformación grotesca de la realidad contemporánea, por la que Valle-Inclán manifiesta ahora un mayor interés, son los fundamentos teóricos del esperpento. Distanciamiento e impasibilidad generados por la posición elevada desde la que el autor observa la realidad, y expresión grotesca de esa realidad histórica. En definitiva, de la visión estética se desprende una actitud ética, pues el esperpento es la única manera estética posible de reflejar la tragedia contemporánea, de revelar su auténtica dimensión grotesca.
La década de los 20 de pasado siglo, si bien la salud empezó a jugarle malas pasadas, fue muy intensa su actividad creadora y proliferaron sus actividades sociales especialmente en lo que se refiere a viajes. En 1921 visitó México invitado por el propio Presidente de la República, el general Álvaro Obregón, y también La Habana en el viaje de regreso. Las declaraciones de Valle-Inclán respecto al papel de España en la historia de estos países molestarán en la Península pero nadie sospecha aún hasta dónde llegará la capacidad crítica y provocadora del escritor. Su rebeldía necesita de una nueva estética que le permita llevar a cabo una creación vanguardista, de calidad y de denuncia a un tiempo. Así, reconduciendo sus convicciones tradicionalistas, fue concentrándose en el ataque a los principios de las clases sustentadoras del sistema capitalista (burguesía, ejército, clero) al tiempo que crecía su interés y comprensión por la lucha de las clases trabajadoras y por el anarquismo. Esta radicalización, implica una respuesta artística, se trata de la sátira, que en los años veinte acabará por convertirse en el elemento esencial de los esperpentos.
A lo largo de toda la obra podemos apreciar cómo Valle estiliza grotescamente a España y a sus habitantes. Él es en todo momento impersonal y objetivo. No añade ningún vicio a la sociedad española. Simplemente deforma los que ya tiene.
Los personajes y las situaciones en las que estos se hallan, no son inventados sino que Valle los ha tomado de la vida real y sometidos a un proceso de deformación. Valle al deformarlas las ha hecho esperpénticas.
La obra es una fuerte crítica social hacia la sociedad de la España de principios del siglo XX, se estrenó bajo el título de Lumières de bohème, en el Palais de Chaillot de París el 21 de marzo de 1963, con dirección de George Wilson e interpretación de Bruno Balp.
En España, dirigida por José Tamayo, se estrenó en el Teatro Principal de Valencia el 1 de octubre de 1970, con el siguiente elenco: José María Rodero, Agustín González, María Luisa Ponte, Manuel Gallardo, María Jesús Lara y Margarita Calahorra.
Se repuso en 1984, con dirección de Lluís Pasqual, Rodero de nuevo encabezando el reparto y un cartel integrado por Nuria Gallardo, Montserrat Carulla, Carlos Lucena, Helio Pedregal, Félix Rotaeta, Manuel Alexandre, Vicky Lagos, Carlos Mendy, Ana María Ventura, Francisco Merino y Juan José Otegui entre otros.
Luces de bohemia fue llevada al cine por Miguel Ángel Díez en 1985 con un guion adaptado por Mario Camus.



miércoles, 18 de febrero de 2015

BEAU GESTE

Beau (Gary Cooper), John (Ray Milland) y Digby Geste (Robert Preston), son tres hermanos inseparables, siempre en busca de aventuras a través de sus juegos infantiles, en los que recrean grandes empresas épicas. Son huérfanos y viven en Brandon Abbas junto a su propietaria, Lady Patricia Brandon (Heather Thatcher), allí habitan también también otra huérfana, Isobel Rivers (Susan Hayward), y el primo Augustus Brandon (G.P. Huntley).
El dinero de los Brandon se va agotando y un buen día, Sir Héctor, que siempre está ausente, envía un telegrama anunciando su próxima visita que no tiene otro objeto que vender el último vestigio de la fortuna familiar, un enorme zafiro llamado "Blue Water".
Ante tal noticia, Beau, John, Digby, Isobel y August, le piden a la tía Pat que les deje ver la piedra por última vez.
Cuando la están admirando, se va la luz de la casa y al volver, el zafiro ha desaparecido. La tía da de plazo al autor del robo la noche siguiente para que reintegre lo robado en el cofrecito donde estaba que queda abierto sobre la mesa del salón, de lo contrario, a la mañana siguiente, dará aviso a la policía.
Durante la noche, Beau desaparece de la casa dejando una nota en la que se autoinculpa del robo. Digby, sospechando que su hermano se habrá alistado en la Legión Extranjera, sigue sus pasos con el mismo ritual previo de dejar una nota proclamándose autor del robo. John no tarda en imitar a sus dos hermanos. Los tres se reúnen en el norte de África y tras acabar el periodo de instrucción, Beau y John son destinados al fuerte Zinderneuf, donde tendrán que soportar al sádico sargento Markoff (Brian Donlevy).


Basado en la obra más popular del militar y escritor británico Percival Christopher Wren, un hombre que había servido en la Legión Extranjera Francesa, además de en el Ejército Colonial Británico y que por lo tanto conocía bien el terreno y la ambientación en que está enmarcada la novela.


Con uno de los inicios más perturbadores del cine, en el que Henri de Beaujolais (James Stephenson), al frente de una columna de rescate, llega al fuerte Zinderneuf y se encuentra con que aparentemente no quedan supervivientes al ataque de los tuaregs del desierto sahariano.
Con una magnífica dirección de William A. Wellman y un excelente trabajo de actores bastante conocidos en el que incluimos la buena interpretación de un secundario con un papel muy importante como es Brian Donlevy, dando vida al cruel sargento Markoff.
El film se beneficia también de la excelente partitura de Alfred Newman.


Con elementos cómicos que equilibran de forma mesurada los pasajes amargos de la historia, es sobre todo una película de aventuras emocionante, épica y muy bien narrada.
A final, los sueños de juventud acaban de manera trágica enterrados en las dunas del desierto, pero perviven la fuerza del honor, el afán de entrega por el hermano y camarada al que se le tributa la despedida del funeral vikingo, en la escena más emotiva de la película, un relato en el que no se esconde la dureza de la realidad personificada en el sargento cruel y ambicioso, un tipo frío y despreciable, pero como dice uno de los hermanos, lo tiene todo para ser un buen soldado.
El film sigue conservando en la actualidad toda la fuerza del mejor cine de aventuras, esta vez, además, asentado en un excelente guión.




martes, 17 de febrero de 2015

ESCENAS MATRITENSES

Ramón de Mesonero Romanos, tuvo la suerte de nacer en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió pasar toda su existencia sin agobios económicos y dedicarse a la literatura, desplegando también una intensa actividad cultural.
Aunque había iniciado su andadura literaria en plena época del romanticismo español, prácticamente toda su obra es de carácter costumbrista, género del que se le considera precursor y cuyas obras influyeron en los escritores que le sucedieron en el tiempo dentro de esa corriente.
Sus viajes por algunos países europeos le hicieron inclinarse hacia ideas reformistas, sobre todo en materia de urbanismo, materia de la que fue asesor del Marqués de Pontejos cuando éste era alcalde de la capital de España y más tarde participando ya directamente en las reformas de la ciudad como concejal, bajo las alcadías de José Laplana, el conde de Vistahermosa y el marqués de Santa Cruz. Además, fue cronista oficial de la villa y corte.
Con todo este preámbulo, pretendo hacer notar que don Ramón, madrileño de pro, fue testigo privilegiado de las costumbres de sus coetáneos, costumbres y vivencias a las que dedicó buena parte de su obra, mucha de ella, como es el caso del libro que hoy traemos, que recoge artículos publicados de una vez o por entregas en la prensa diaria, bajo el seudónimo de El Curioso Parlante, y recogidos con posterioridad en forma de volumen.
Inteligente y aplicado observador, sus escritos son la fotografía escrita de algunas de las costumbres de los madrileños de la época, de su habla, sus entretenimientos y miserias, del ambiente y los lugares en los que se desarrollaba su vida diaria, algunos ya desparecidos y otros, aún presentes en este crisol de tipos que es la ciudad de Madrid, tan querida por el autor y que ha tratado de devolverle parte de su cariño a este su preclaro hijo, hoy casi olvidado en el resto del orbe, poniendo su nombre a la calle en que nació (entonces del Olivo) y convocando cada año el premio de periodismo Mesonero Romanos.
Juan Eugenio Hartzenbusch, señala en el prólogo, entre otras cosas:

La concisión y el gracejo urbano, ese gracejo que agrada más cuanto más al descuido se vierte, caracterizan principalmente el modo de decir del Curioso Parlante; pero aún quizá es más de elogiar en él su carácter inofensivo. Las Escenas Matritenses son una prueba irrecusable de que se puede escribir en el género festivo sin emplear groserías, dicterios ni suciedades; sin hacer agravio a las leyes ni a las personas, y sin pedir al idioma francés elegancias que en el nuestro no son de recibo. El señor Mesonero ha visto nuestra sociedad tal como es en el día, es decir, separándose mucho de lo que fue, conservando un poco de lo que ha sido, dudosa y vacilante acerca, de lo que será en lo sucesivo: así la ha trazado en sus cuadros, pintando tipos generales, en que ninguna persona determinada se encuentra; porque el fin del autor no es mortificar a ninguno, sino buscar el provecho común de todos.




lunes, 16 de febrero de 2015

LAS CUATRO PLUMAS

En 1885, un verdadero ejército de derviches esclavizó y mató a miles de nativos indefensos en Sudán y acabaron sitiando Khartoum, último bastión británico en la región, cuyas tropas estaban mandadas por el general Gordon. Ante la escasez de tropas para hacer frente a tan numeroso enemigo, Gordon solicitó ayuda a Inglaterra, pero ninguna ayuda llegó hasta él que acabó muriendo a manos de los rebeldes.
Diez años después, Gran Bretaña envía un ejército a fin de reconquistar lo perdido, al frente del mismo y de las tropas egipcias aliadas, estará el general Herbert Kitchener y entre sus tropas, el Primer Batallón del Regimiento Real de North Surrey.
A este regimiento pertenece Harry Faversham (John Clements) que cuando se entera de que su unidad ha de partir hacia Egipto, presenta su renuncia, lo que es tenido por una cobardía por sus más allegados.
Tres oficiales del regimiento, amigos de Faversham, le hacen llegar una pluma blanca junto a su tarjeta de visita, es su manera de llamarle cobarde. Cuando abre el paquete en el que llega tan desagradable presente, Faversham está con su prometida, Ethna (June Duprez), hija del general Burroughs (C. Aubrey Smith), un veterano de la Guerra de Crimea, ambos comparten la opinión de los compañeros de Faversham y Ethna rompe su compromiso con él, que a su vez coge otra pluma del abanico de la joven para unirla a las tres que ha recibido.
A partir de ese momento, buscará la manera de reintegrar las plumas a quienes se las enviaron y limpiar su nombre frente a ellos.


Adaptación cinematográfica del libro del mismo título escrito por A.E.W. Mason, militar y político Inglés que, por cierto, estuvo destinado en España durante la I Guerra Mundial al servicio de la Inteligencia Naval, con la misión de establecer redes de contraespionaje.


La película es un producto de los hermanos Korda y su factoria London Film Production, Zoltan es el encargado de dirigirla, sobre un guión en el que participan escritores de cierto prestigio, como el británico R.C. Sherriff o el húngaro Lajos Biro; cuenta con una maravillosa fotografía de Georges Périnal que nos brinda un espectáculo de luz y color en las tomas del desierto y de la navegación sobre el Nilo, estuvo nominada al Oscar en este apartado; como acompañamiento, una banda sonora del gran Miklós Rózsa.


Las cuatro plumas es, sobre todo, una película de aventuras, muy bien hecha y con un bien ritmo de narración, de esas que disfrutábamos cuando nuestros ojos no estaban contaminados por los prejuicios de la madurez y es que el guión contiene algunas cosas que sólo vistas desde un espíritu juvenil pueden disculparse (el oficial ciego disparando a troche y moche sin que nadie advierta que no ve, el capitán Faversham que a su compañero John Durrance [Ralph Richardson] no le dirige la palabra en su larga travesía del desierto, haciéndose pasar por mudo y, sin embargo, habla con los otros amigos a los que ha ido a rescatar de su presidio).
Una gran producción que, merced al esfuerzo económico que se hizo, no tiene que envidiar a las que, por la época, se hacían en Hollywood, con gran despliegue de extras y maravillosas escenas de tropas maniobrando en orden cerrado o en plena batalla.
Una buena peli de aventuras con un mensaje sobre la amistad y el valor como fondo de la historia.




sábado, 14 de febrero de 2015

SILENCIO DE BLANCA

Una vez por semana, Héctor, un solitario y maduro profesor de piano, se reúne con la misteriosa y joven Blanca, y juntos van inventando y escenificando todas las ceremonias que el deseo les sugiere. Héctor escribe algunas notas sobre Chopin y su estancia en Valldemosa con George Sand, imagina cómo pudo ser su vida allí, se recrea, mientras prepara un recital en el que los Nocturnos del maestro polaco conformarán el programa.
Héctor imagina situaciones que su libido convierte en reales y en la que a veces participan personas de carne y hueso, como Elisa, la aplicada alumna que, poco a poco, va cediendo a las insinuaciones de su maestro. Pero una trivial consulta a una psiquiatra va a trastornar el mundo de Héctor, tan elaboradamente satisfactorio. Y sobre el desorden de las pasiones, del que ya empieza a cansarse, planea el enigmático silencio de Blanca.
Silencio de Blanca es una novela erótica, de hecho ganó el "XVIII Premio La sonrisa vertical" en enero de 1996, pero no es una novela erótica al uso, sino propicia a la reflexión y con un lugar para la sorpresa.
Somoza es un reputado autor de novelas de misterio y este tiene su lugar, y muy importante, en el texto. El personaje protagonista está armado de tal forma que llena de dudas al lector que no sabe bien si lo que le están contando forma parte de la realidad o es fruto de la imaginación de Héctor, hasta llegar al inesperado final, totalmente revelador de todas cuantas dudas se nos han ido planteando a lo largo del texto.
A pesar del erotismo que desprenden ciertos pasajes del libro, está claro que lo que mueve principalmente al autor es el análisis de la psicología del protagonista. Los personajes no resultan del todo creíbles y la estructura de la novela resulta complicada, quizás demasiado ambiciosa, incluso esas partes relativas a Chopin, me han parecido poco conseguidas, todo esto queda compensado por el dominio del lenguaje y la soltura a la hora de hacer avanzar la trama.
Los rituales en los que, a modo de capítulos, divide la novela, están cargados de morbo y el final está muy conseguido.



viernes, 13 de febrero de 2015

CUMBRES BORRASCOSAS

Cumbres Borrascosas es la casa familiar de los Earnshaw, situada en los páramos de Yorkshire. Un día, el padre, regresa a casa tras un viaje a la ciudad y viene acompañado de un rapazuelo al que ha recogido en la calle, sucio y hambriento. Ordena que le den de comer, le laven y le vistan. El pequeño, al que ponen el nombre de Heathcliff, crecerá como un miembro más de la familia, sin embargo, el primogénito de los Earnshaw, Hindley, siempre le tratará como a un criado, situación que se recrudece con la muerte del viejo señor Earnshaw, entonces Heathcliff pierde a su principal valedor y es enviado a vivir a las cuadras, donde trabajará como mozo.
Su relación con Catherine Earnshaw (Merle Oberon), será bien distinta, ambos crecen como hermanos y con el tiempo, algo más que una simple relación fraternal, surge entre ambos.
Sin embargo, Heathcliff (Laurence Olivier) es pobre y no puede ofrecer ningún futuro a la caprichosa e inmadura Cathy, que comienza a coquetear con Edgar Linton (David Niven), heredero de uno de los fundos vecinos a Cumbres Borrascosas. Heathcliff, desesperado por la situación, se marcha en busca de fortuna. Cuando regresa a los Páramos, Cathy se ha casado con Edgar, algo a lo que Heathcliff no se resigna y que será fuente de conflictos para él y para quienes le rodean.


Adaptación de la novela del mismo título de la autora británica Emily Brontë, el guión prácticamente suprime la mitad de los capítulos, centrándose en la tormentosa relación de los dos protagonistas. Con ello renuncia a las descripciones del paisaje que rodea Cumbres Borrascosas en las distintas épocas del año, uno de los fuertes de la novela, para pintarnos un panorama tenebroso de novela gótica que trata de reflejar el alma atormentada de Heathcliff, verdadero centro de la historia que narra el film que renuncia también a prestar más atención al resto de personajes.


Brillan con luz propia unas cuantas estrellas de las que conforman el cartel de la película, así no podemos dejar de citar la conseguida actuación de Laurence Olivier en su debut hollywoodense; la preciosa fotografía de Gregg Toland, que le valió el único Oscar de los ocho a que estaba nominado el film y la espléndida banda sonora del maestro Alfred Newman que ya desde la primera escena, acompañando la ventisca nocturna, deja su sello de calidad.
William Wyler hace un trabajo profesional en la realización, si bien hubo de tragar con muchas cosas que impuso el productor Samuel Goldwyn, que consideraba suya la película, al punto de declarar que Wyler tan sólo se había limitado a dirigirla.
Muchos clásicos juntos en este producto, desde la misma novela, hasta los nombres que hemos ido citando y, aún cuando no estamos ante un gran film, si merece la pena verlo y disfrutarlo.




jueves, 12 de febrero de 2015

HISTORIA UNIVERSAL BAJO LA REPÚBLICA ROMANA

Polibio de Megalópolis fue un historiador griego que había llegado a Roma muy joven en calidad de rehén y que se imbuyó de la cultura romana, si bien siempre conservó esa especie de sello de distinción que otorgaba la formación helenística.
Refleja acontecimientos desde el 264 a.C. al 146 a.C., que corresponde a grandes rasgos con el enfrentamiento entre Roma y Cartago.
En algunas de las cosas que relata, Polibio habla con cierto conocimiento cercano, ya que acompañó a Publio Cornelio Escipión Emiliano (de quien había sido tutor) en sus viajes y campañas: la tercera guerra púnica en África, las guerras celtibéricas en Hispania...
La Historia de Polibio es la historia del dominio romano sobre el Mediterráneo que el autor griego considera como definitiva, ya que presupone que durará a través de los tiempos, en tanto las potencias hegemónicas precedentes, no consiguieron ni tanta extensión en sus dominios, ni imponerlo a lo largo de los años a los pueblos conquistados.
Polibio cree que en buena parte, los logros de Roma se cimientan en su sistema político que ha logrado superar, a su juicio, el ciclo en el que, hasta el momento, se veían encerrados los pueblos más avanzados, que vendría a ser, más o menos, el siguiente: Una catástrofe provoca la concentración del poder en un personaje destacado (monarquía), pero algún sucesor abusa de su poder (tiranía), lo que provoca que los nobles le expulsen (aristocracia); los excesos que cometerán sus descendientes (oligarquía) llevará al pueblo a derrocarles (democracia), pero su corrupción (oclocracia) sólo podrá ser combatida por medio de un personaje providencial... Y la historia vuelve a empezar. Roma, sin embargo, al entender de Polibio, ha logrado crear un modelo superador de los cíclos, al aunar los aspectos positivos de cada uno de ellos.
A diferencia de otros escritores de la historia, que se centran en acontecimientos más concretos (las guerras médicas y las guerras del Peloponeso: griegos contra bárbaros y griegos contra griegos), Polibio persigue una visión de conjunto, para lo cual, en ocasiones se remonta a las relaciones (buenas o malas) que han mantenido entre sí los distintos pueblos, para explicar los acontecimientos posteriores y que el lector pueda tener un juicio más claro de por qué se embarcan en una guerra o firman una alianza con tal o cual otro.
Desgraciadamente no conservamos íntegra esta obra capital para la historiografía. De los cuarenta libros que la componían, lo están los cinco o seis primeros. De los restantes conservamos fragmentos y citas de otros autores, lo suficientemente abundantes y extensas como para que se haya podido recomponerlo de forma abreviada.
Reproduzco un párrafo contenido en el capítulo V del libro Decimoquinto , porque demuestra hasta qué punto, a pesar de la evolución de las culturas en estos dos mil últimos años, la especie humana sigue estancada en situaciones y circunstancias que Polibio reflejaba hace tanto tiempo, pero que son plenamente actuales y que podrían pasar como un juicio de valor expresado por cualquier pensador en el periódico que acabamos de leer esta mañana:

Porque honrar a los malos con las dignidades, y castigar a los buenos que se oponen a que aquellos repartan entre sí las fortunas de los demás, esto es, digámoslo así, traerse a casa voluntariamente las desdichas, en las cuales, a pesar estarse viendo incurrir a otros a cada paso, con todo, sin saber cómo, el hombre no puede abstenerse de semejante imprudencia; ¿qué digo abstenerse? ni aun es fácil hacerle entrar en la menor desconfianza,cosa que hacen algunos irracionales. Porque entre éstos, no sólo el haberse hallado ellos en un inminente riesgo, como defenderse de un cebo o desenredarse de un lazo, sino el haber visto a otro en peligro, basta para no acercarse ya con facilidad a semejante sitio, para tener aquel lugar por sospechoso y para desconfiar de cuanto se les presenta a la vista.
Pero el hombre, por el contrario, aunque oiga, aunque vea que las repúblicas se pierden por la mala elección de jefes; con todo, no bien se le presenta la lisonjera esperanza de engrandecerse con perjuicio de otro, cuando sin más reparo ni precaución se lanza al cebo; no obstante que sabe ciertamente que de cuantos han tragado semejantes añagazas ninguno ha escapado, y que semejante política ha ocasionado sin excepción la ruina de cuantos la han seguido.



miércoles, 11 de febrero de 2015

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

Escarlata O'Hara (Vivien Leigh) es una joven de fuerte carácter, independiente y presumida que coquetea con todos sus vecinos, aunque realmente está enamorada de Ashley Wilkes (Leslie Howard). Sin embargo, durante una fiesta en los "Doce Robles", la finca familiar de los Wilkes, Ashley anuncia su compromiso con su prima Melania (Olivia de Havilland), algo que Escarlata nunca aceptará, aunque tiene que plegarse a las circunstancias.
En esa fiesta, Escarlata conoce a Rhett Butler (Clark Gable), un aventurero que irá apareciendo en distintos momentos en la vida de Escarlata, llegando incluso, con el paso del tiempo, a casarse con ella y a tener una hija en común.
Tras la boda de Ashley y Melania, estalla la Guerra de Secesión y aunque al principio los resultados son favorables al sur, el signo de la guerra va cambiando, las tropas confederadas son aplastadas y los habitantes de los estados sudistas se enfrentan a una dura realidad, su mundo se desvanece, el viejo sur y su forma de vida quedan sepultados como algo que el viento se llevó.
Durante el asedio de Atlanta por las tropas del general Sherman, Escarlata se convierte en el único apoyo que le queda a Melania, se ocupará de cuidarla y de ayudarla a traer al mundo a su hijo. Cuando la caída de la ciudad es inminente y las tropas sudistas están procediendo a la destrucción de enseres y municiones, Rhett Butler, sacará a ambas mujeres de la ciudad que ya está ardiendo por los cuatro costados.


Basado en la novela del mismo nombre escrita por Margaret Mitchell, la única que escribió esta autora y que le valió el Pulitzer en 1937.
El avispado David O. Selznick, había comprado los derechos de la obra cuando aún estaba saliendo de la imprenta como quien dice y puso en marcha este proyecto en el que participó o influyó en todos los aspectos del mismo.
La película se convierte en un gran fresco de ese viejo sur que agonizaba y que encontró su tumba en la llamada Guerra de Secesión, visto desde la perspectiva de esa élite que eran los dueños de las plantaciones.
El film presenta un mundo de lujo y rígida etiqueta social que se verá quebrado por el conflicto armado y reemplazado por la miseria y el duelo de la guerra perdida.
Tras este telón de fondo, la historia de amor y desamor de Escarlata y Rhett, pero sobre todo de ella, en el papel femenino más conocido de la historia del cine, el de una mujer fuera de época, pues no eran así las mujeres del sur de mediados del XIX, en realidad Mitchell, en su novela, retrata a las heroicas mujeres que estaban sacando al país de la Gran Depresión (la época en que escribió la novela) y es ese tipo de heroína el que refleja la película, una mujer fuerte que lucha contra los prejuicios y se impone en campos en los que tenía vetada su presencia, pero a la que las circunstancias abocan abrirse camino como sea para no morir de hambre ni ella, ni su familia ("A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos").


Un film que toca la excelencia en su conjunto y en cada uno de sus apartados. La extraordinaria fotografía que aún hoy sigue causando admiración; la ambientación, con sus extraordinarios decorados, su esplendente vestuario y su despliegue de extras y efectos; el maravilloso guión y su forma de narrar pocas veces igualada; sus interpretaciones y qué decir de la mágica partitura de Max Steiner. Muchas de esas cosas, empezando por el tema de Tara, se han convertido en iconos del cine, hasta el punto de que gente que no ha visto jamás la película, reconoce algunas de sus escenas, sus diálogos y algunas de esas frases para enmarcar que salpican el film.
Quien vea la película, está viendo algo más que un otra película, es un verdadero mito cinematográfico.




martes, 10 de febrero de 2015

YAGO YASCK

Su autor, académico prestigioso e historiador de renombre, pintor, escritor, poeta, traductor, prologuista y Consejero de Estado, Pedro de Madrazo y Kuntz (1816-1898) pertenece a una saga ilustre e influyente de las letras, las artes y la política, en la España del siglo XIX. Nacido de Isabel Kuntz, hija de Tadeo Kuntz, pintora polaca, y de José de Madrazo y Agudo, pintor de Cámara de Carlos IV y Fernando VII, primer director del Prado, es hermano de Federico, pintor y director del Museo del Prado.
A las doce de una noche invernal, las inmediaciones del madrileño teatro de la Cruz, escenario recurrente de los románticos españoles, son un hervidero de gente que entra y sale del edificio, allí se produce una inusual escena, una especie de riña, a la que sucede el paso apresurado de una mujer, cuyos rubios cabellos asoman bajo la capucha de su capa y que es llevada casi en volandas por un extraño ser, ella parecía un ángel arrebatado del cielo por un demonio.
Se trata de un relato gótico, en la línea de los clásicos del género en el que se nos narra la historia de un joven que crece en Madrid sin saber quien es, porque el preceptor que podría haberle rebelado el secreto de su existencia, ha fallecido.
Con el tiempo se enamora de Ángela, una hermosa joven que, sin que ninguno de los dos lo sospeche, resulta ser su hermana.
Lugares tenebrosos, apariciones, tipos peculiares de la noche y lugares de mala vida, se dan cita en esta narración que, como decimos, concita algunos de los tópicos del género.