lunes, 10 de agosto de 2015

SUSPENSE (THE INNOCENTS)

Desde la muerte de sus padres, los adolescentes Miles (Martin Stephens) y Flora (Pamela Franklin) han quedado bajo la tutela de su tío, un tipo egoísta y rico, que asume sin ambages que no puede, ni desea, ocuparse de los niños. Mientras que él vive en Londres con su particular estilo de vida de soltero, los niños se quedan en su casa de campo, bajo la dirección de una institutriz, la señorita Jessel (Clytie Jessop). Cuando esta fallece, el tío contrata a una nueva institutriz, la señorita Giddens (Deborah Kerr), para la que es su primera experiencia como tal, lo que la hace estar muy nerviosa. El tío sólo tiene dos encargos para ella: tomar el control de todos los aspectos de la vida de Miles y Flora, y que no le moleste con nada de lo concerniente a los niños. Al principio sólo tiene que cuidar a Flora, ya que Miles está en un internado. Su primer desafío es cuando tiene que enfrentarse a la noticia de que Miles ha sido expulsado de la escuela por "corromper a sus compañeros". Algo que, tras conocer a Miles, la señorita Giddens no puede entender pues lo ve como un niño bien educado, con encanto y cierta madurez, lo mismo que opina de su hermana Flora. Con el paso del tiempo, la señorita Giddens comienza a notar que algo no está bien en la finca, tiene visiones de un hombre y una mujer que ella no conoce y que no deberían estar allí según el ama de llaves, la señora Grose (Megs Jenkins). También nota que Miles y Flora exhiben un comportamiento extraño a veces, especialmente con los demás, llegando finalmente a la conclusión de que la expulsión de Miles tiene que ver con las actividades en la finca, y que ella necesita sacar estos temas a la luz pública para exorcizar los demonios que afectan a Flora y más específicamente Miles.


El título original de la película es "The Innocents" y desconozco por qué motivo los distribuidores españoles decidieron cambiarlo, seguramente otra de esas "bromas" que nos gastan a veces.
El guión de Truman Capote y William Archibald, se basa en la excelente novela de Henry James Otra vuelta de tuerca. Aunque para ser más precisos habría que decir que en realidad es la adaptación de otra adaptación, la que el propio Archibald había hecho para el teatro.


La película comienza con la pantalla totalmente en negro mientras oímos la canción O Willow Waly interpretada por una voz infantil. Hasta pasados 45 segundos no se ilumina el film para que aparezca el logotipo de la Fox, productora del mismo. Esto dio pie a una de esas anécdotas absurdas, como cuando la gente aplaude en un concierto antes de que acabe la pieza aprovechando un espacio de silencio, que da pie a que los entendidos miren con una mezcla de desaprobación y altivez despectiva a quienes baten palmas; en el film, este largo fundido negro de la pantalla, dio lugar a que en algunas salas de exhibición, pensaran que se trataba de un error y comenzaban la peli después de esos 45 segundos.


La película está plagada de mensajes ocultos, de hecho nada es explícito en ella. Deliberadamente, ni guión, ni imágenes, demuestran claramente si los espectros que aparecen sólo los ve la protagonista o también los niños son conscientes de esas presencias. Igual que queda latente la carga de contenido sexual del film, con las actitudes de la educadora con respecto al tío, del que parece quedar fascinada; y sus relaciones con el niño, incluídas las famosas escenas del beso en la boca, primero de él a la institutriz y al final del film de ella a él en sus labios yertos.


Bien interpretada, con una Deborah Kerr que da muy bien el tipo de personaje reprimido y atormentado a la vez, que evoluciona a lo largo del film, desde una persona que parece cariñosa con los niños aunque algo insegura, hasta acabar casi poseída totalmente por la obsesión de que su misión es la de salvar a ambas criaturas de un peligro que, como hemos dicho, no queda claro que exista en realidad.
Por cierto, magnífica la labor de iluminación que me ha parecido una auténtica obra de arte en sí misma.


The Innocents se ha convertido con el paso de los años en un film de culto, un referente de ese tipo de películas que llamamos genéricamente "de miedo", aunque no da mucho miedo, la verdad (bueno, quizá haya personas a las que sí). Pero lo que está claro es que es profundamente perturbadora, el adjetivo que más van a ver repetido si leen críticas o resúmenes de ella y es que está muy bien construída para conseguir llevar el desasosiego, desde ese original arranque, hasta un final en el que el espectador queda libre para imaginar qué sucederá después, pasando por todo el desarrollo de la película, en que el significado de muchas escenas, queda también a la interpretación de quien la está viendo.




2 comentarios:

  1. No parece que sea de esos en que el susto sólo lo consigue con una subida brusca del sonido y una irrupción de algo inesperado.

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    1. El relato original de James es todo un clásico y la película sabe adaptarlo muy bien a la pantalla.

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