viernes, 25 de diciembre de 2015

QUE SE MUERAN LOS FEOS

Eliseo (Javier Cámara), vive en su pueblo con su madre y su tío enfermo. Está al frente de la explotación ganadera de la familia, pues su único hermano se marchó de casa hace años y nunca ha querido saber nada de ellos, mas que para pedir dinero.
Eliseo tiene un grave problema, es feo y cojo, no tiene ningún éxito con las mujeres, pero él está deseando encontrar a alguien a quien dar todo el amor que lleva dentro, pero no hacen sino darle calabazas una y otra vez, así que decide marcharse del pueblo en busca de nuevas perspectivas.
Cuando ya está en el autobús de línea, llama a su madre para que se acerque a la ventanilla, cuando esta va a cruzar la carretera, un camión se la lleva por delante.
El viaje de Eliseo queda suspendido, ha de organizar los funerales y además, no podrá dejar el negocio, pues su tío no está para hacerse cargo.
El día del entierro se presenta en la casa Nati (Carmen Machi), su cuñada. Aunque Eliseo no lo lo sabe, su hermano la ha abandonado y se ha llevado el poco dinero que tenían, así que Nati, en realidad, va en busca de refugio.
Tras unos primeros días nada pacíficos, en los que Nati y Eliseo constatan sus diferencias, poco a poco se irán acercando y buscando amparo uno en el otro.


Segunda película de Nacho García Velilla que, como en otras ocasiones, cuenta con su equipo habitual para confeccionar el guión del film, ellos no son otros que los autores de series exitosas de televisión como 7 vidas o Aida.
La banda sonora, que se apoya en canciones muy conocidas dentro del pop español, lleva la firma de Juanjo Javierre y fue premiada en el Festival de Cine de Málaga.


Las actuaciones están bastante bien en general, con muchos secundarios que tienen su parte importe en el desarrollo de la narración. Buen trabajo de Javier Cámara, muy conseguida la interpretación de Julián López como Bertín y otra pequeña lección magistral de Juan Diego.
La película actualiza algunos planteamientos recurrentes del cine español, ya hemos visto en otras ocasiones estos personajes de pueblo, pero aquí los traslada a tiempos actuales, al cura le pone pendiente, el maestro es llamado profesor y otros (el alcalde, el médico, etc.), desaparecen y son sustituidos por otros tipos característicos.


La película, a mi parecer, consigue uno de sus objetivos, el de servir de evasión a través de una comedia con tintes románticos que avanza a base gags, unos más conseguidos que otros, pero sin embargo cuando se adentra en terrenos trascendente, patina un poco. Los personajes quedan vaciados de credibilidad precisamente por esto, porque de un humor sencillo, incluso trillado, pero que sin embargo está bastante conseguido, pasan a querer darles trascendia, cierta seriedad e incluso algún mensaje moral y la dicotomía entre ambos creo que no está bien conseguida.
De cualquier manera, quien quiera una película hecha correctamente, bien interpretada en líneas generales y que le sirva para desconectar y reírse con alguno de sus chistes y situaciones, no quedará defraudado.





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