miércoles, 20 de enero de 2016

LA GUERRA DE PAPÁ

Un día cualquiera del mes de marzo de 1964, el pequeño Quico (Lolo García), se despierta como otro día cualquiera, gritando ¡Ya me he despertaoooooooo!, para que Vito (Verónica Forqué), la asistenta interna de la casa, acuda a sacarle de su cuna.
Quico tiene tres años y su puesto de rey de la casa, se ha visto usurpado por la llegada de su nueva hermanita. Él trata de llamar la atención de los demás, de la gente que habita ese mundo que le rodea formado por sus padres; la Domi (Rosario García Ortega), que se encarga de cuidar a los pequeños y sus cuatro hermanos mayores que van al colegio o al instituto.
Ese día, tras haber comenzado de maravilla de cara a los demás, porque no se ha hecho pis en la cama, se van sucediendo las travesuras, hasta que se traga un clavo, o eso le hace creer a su madre, que presa del lógico pánico, le lleva a la consulta de Emilio (Vicente Parra), el médico de la familia, para que explore al niño.
Hasta que cae rendido por la noche, asistimos a las andanzas de Quico, vislumbramos sus secretos y conocemos sus angustias y también las de esta familia, con un padre autoritario y una madre frustrada y encerrada en casa al cuidado de los hijos que a su vez delega en sus criadas/cuidadoras.


Adaptación de la novela de Miguel Delibes "El príncipe destronado", el guión es de Horacio Valcárcel, un nombre a quien muchos vinculan con el cine de Garci, pero que también colaboró de forma repetida con Antonio Mercero, incluso en televisión, en series de tanto éxito como "Verano azul" o "Farmacia de Guardia".
Si alguien ha demostrado saber trabajar con niños (algo extremadamente complicado y a lo que algunos realizadores se niegan), es Antonio Mercero, no sólo sabe llevar de la mano a los actores, sino que saca buen partido de sus posibilidades.
La novela de Delibes es un estudio psicológico de la situación de un niño que ha perdido su papel de centro de la familia, pero también el retrato de una época, la España de los años 60, con una generación que está en el poder después de haber ganado la Guerra, pero a la que empujan los nuevos vientos que vienen representados por unos jóvenes que ya no piensan como ellos y que están más por la reconciliación y el olvido de un mundo de vencedores y vencidos al que ya no encuentran sentido.
El retrato se amplía con una una crítica velada a las costumbres burguesas de la época, también al machismo y al papel exclusivo de la mujer como madre.
Todo lo que se nos narra está visto desde los ojos del niño, que muchas cosas de las que ocurren no las entiende y otras las tergiversa desde su mente limpia de prejuicios, sin embargo, la opinión del autor se adivina en la manera de orientar la historia. 


Todas estas cosas las recoge bastante bien el film, si bien el aire de comedia resta un tanto al valor de la historia original que es puro realismo, sin intrigas, ni suspenses, ni golpes de efecto.
Es una película entretenida, aunque siempre ha sido tachada de gazmoña, más por el aspecto del protagonista, un angelito de rubios cabellos y ojos azules, que por otra cosa.




2 comentarios:

  1. La recuerdo Trecce, la recuerdo, de hecho creo que la he visto hasta un par de veces. Como dices entretenida, las hay de peores a montones.

    Abrazo.

    ResponderEliminar