miércoles, 6 de julio de 2016

EL PECADOR IMPECABLE

Don Honorio Sigüenza (Alfredo Landa) está dominado por su posesiva madre que vigila a las mujeres que entran en el negocio familiar, una zapatería, para que no le seduzcan. A la muerte de su madre, el mundo del señor Sigüenza sufre una radical transformación. Se encariñan con él una vecina, una peluquera viuda y una lotera. Don Honorio tiene una serie de aventuras ante el horror de su prima Veni (Chus Lampreave), que quería casarse con él. Mientras, la salud y el negocio de don Honorio se resienten. Un médico le recomienda moderación, y un viajante trata de arrebatarle el amor de su prima. Aunque don Honorio, en realidad, está fascinado por una gentil patinadora quinceañera. El día de Reyes, mientras don Honorio se repone de su agitada vida sexual, la vecina, la peluquera y la lotera le llevan regalos.
A partir de la novela homónima de Manuel Hidalgo y tomando como modelo la producción italiana "Venga a tomar café con nosotras" ("Venga a prendere il caffè da noi", 1970) de Alberto Lattuada, el director Augusto M. Torres hace su única película comercial. Incomprendida por la crítica, que la toma por la última de las "comedias a la española" protagonizadas por Alfredo Landa, tuvo cierto éxito de público y está rodada en la madrileña plaza de Las Salesas y alrededores.


La peli cuenta la historia de un hombre maduro, virgen y reprimido, que tras el fallecimiento de su madre, rompe a fornicar con toda viuda que se le cruza en su camino y esquiva los envites de su prima, que solo quiere casarse con él y heredar el negocio familiar, una zapatería.
De argumento algo cutre y bastante chabacano, Rafael Azcona y el propio realizador, firman un guión que suaviza bastante la narración de la novela, mediocre donde las haya, de Manuel Hidalgo, con la quedó finalista del premio "La sonrisa vertical" y es que de no haberlo hecho así, según confiesan ellos mismos, les hubiera quedado una película pornográfica.
Al final se queda a medio camino entre menos y nada, que nos trae recuerdos del casi olvidado landismo, torpe y básica, una mala película con la que ni siquiera te sonríes a pesar del prometedor arranque.
Sin embargo, tiene algo especial, porque las interpretaciones son buenas y es que estamos hablando de un reparto de nombres conocidos y contrastados del panorama español, bien es cierto que algunos apenas aparecen: Alfredo Landa, Chus Lampreave, Rafaela Aparicio, Julieta Serrano, Rafael Alonso, Alicia Sánchez, Queta Claver, Manolo Zarzo, José Sazatornil, María Isbert, Mary Paz Pondal, Quique San Francisco... Todos ellos grandes actores, capaces, como en el caso de "Saza", Rafael Alonso o Rafaela Aparicio, de hacerte disfrutar a pesar de la poca categoría de sus papeles.
Y una curiosidad, la aparición a modo de colaboración muy puntual de Jaime Chávarri, Fernando Colomo, Álvaro del Amo, Ricardo Franco, Esther Gacía, Emilio Martínez Lázaro, Vicente Molina Foix, Alfonso Ungría y Gerardo Vera.
La peli es malucha, la verdad, por fracasar, fracasa hasta como documento de época, pues las imágenes de la zona de Las Salesas, son pobres y como montadas al vuelo, pero cuando ya estás avisado de que no vas a ver nada interesante, se puede perder poco más de una hora con ella, más que nada por lo que tiene de curiosidad.




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