lunes, 19 de junio de 2017

UNA MENTE MARAVILLOSA

Obsesionado con la búsqueda de una idea matemática original, el brillante estudiante John Forbes Nash (Russell Crowe) llega a Princeton en 1947 para realizar sus estudios de postgrado. Es un muchacho extraño y solitario, al que sólo comprende Charles (Paul Bettany), su compañero de cuarto. Por fin, Nash esboza una revolucionaria teoría y consigue una plaza de profesor en el MIT. Alicia Lardé (Jennifer Connelly), una de sus alumnas, lo deja fascinado al mostrarle que las leyes del amor están por encima de las de las matemáticas. Gracias a su prodigiosa habilidad para descifrar códigos es reclutado por Parcher William (Ed Harris), del departamento de Defensa, para ayudar a los Estados Unidos durante la Guerra Fría contra la Unión Soviética.
Sin embargo, junto a esta brillante actividad profesional, Nash ha de convivir con un problema que cada vez se hace más frecuente, pues se está volviendo paranoico, situación que llega incluso a dificultar su tarea como matemático.
En contra de su voluntad y de la de algunos de quienes le rodean que temen que su mente pueda verse perjudicada, Alicia decide pedir ayuda especializada y solicita su internamiento en un centro psiquiátrico.
Tras una dolorosa serie de sesiones de terapia de shock a base de insulina, Nash es liberado bajo la condición de que acepte tomar medicación antipsicótica. Sin embargo, las drogas crean efectos secundarios negativos que afectan su relación con su esposa y, más dramáticamente, a su capacidad intelectual. Frustrado, Nash secretamente deja de tomar su medicación y acumula sus pastillas, provocando una recaída de su psicosis.
El guión se basa en el libro "Una mente prodigiosa" de la periodista del New York Times especializada en temas económicos, Sylvia Nasar, que está considerado como una biografía no autorizada del ganador del Premio Nobel, economista y matemático John Forbes Nash.


Magnífico film, que se llevó los Oscar a la mejor película, director (Ron Howard), actriz reparto de (Connelly) y guión adaptado (Akiva Goldsman) y con una estupenda actuación de Russell Crowe.
Por medio de un hábil recurso, en el que se mezclan la realidad y el imaginario mundo del protagonista, la película consigue salir de lo que sería una película biográfica al uso y más tratándose de un asunto tan poco atractivo para el gran público como los esfuerzos de un matemático por hallar una idea original en el mundo de la economía mediante complicadas fórmulas matemáticas.
Pero además de la lucha de este hombre por controlar, ya que es incurable, su esquizofrenia paranoide, se nos traslada de manera brillante, a la que no es ajena la magnífica actuación de Jennifer Connelly, el sufrimiento de las familias y los seres más allegados a la hora de convivir y tratar de ayudar en su día a día a estos enfermos en una relación que, en los casos más graves, puede ser sencillamente insufrible.
El giro que la trama efectúa hacia la mitad del film, hace que espectador de repente se vea ante una realidad distinta y empiece a comprender y a ponerse en la piel del protagonista y de lo dura que resulta su existencia a partir de que es consciente y asume su mal, y a comprender la no menos dura situación de su esposa.
Estupenda partitura de James Horner, bien fotografiada y con escenas brillantes, en algunos casos conmovedoras, como la de la entrega de plumas por sus colegas que realmente consigue ponerte un nudo de emoción en la garganta.
Recomendable.




2 comentarios:

  1. Extraordinario argumento ya que el tema de la esquizofrenia y un científico no suelen ser frecuentes en el cine, aunque sí en la vida real.

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    1. Aunque novelada, la historia es completamente real y aunque la novela y por ende la película, tratan de deslindar ambas situaciones (la genialidad del protagonista y su esquizofrenia) y la medicina dice que nada tienen que ver una cosa con otra, el caso es que ves a Mr. Nash y ofrece esa imagen de genio chiflado que habla solo y hace cosas raras.

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